Claudia Sheinbaum: 100 días de gobierno marcados por Donald Trump
Las advertencias de Trump contra su vecino del sur han marcado el ritmo y la agenda de los primeros cien días de Gobierno de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Las "mañaneras" de la mandataria, la cita diaria con la prensa que heredó de su mentor y antecesor Andrés Manuel López Obrador, se han convertido en las últimas semanas en el escenario de la ofensiva diplomática preventiva de México para apaciguar las amenazas del futuro inquilino de la Casa Blanca.
Trump anunció que impondría aranceles del 25% a todas las importaciones de México como castigo por no frenar el flujo de inmigración ilegal y de drogas hacia el norte. Además, también sancionaría a México por haberse convertido en la puerta de atrás para las exportaciones chinas hacia Estados Unidos.
En solo unas semanas, y a medida que se acerca la llegada de Trump a la Casa Blanca, México ha realizado la mayor incautación de fentanilo en la historia del país, más 1.100 kilos de fentanilo, el equivalente a 20 millones de dosis o un varapalo 400 millones de dólares. Un hito anunciado a bombo y platillo, obvio.
Además, Sheinbaum presentó la semana pasada una campaña de salud pública contra el consumo de fentanilo. “El fentanilo en nuestro país realmente no es un problema, no hay una crisis como lo hay en Estados Unidos”, explicó Sheinbaum. Entre el 1 de octubre y el 8 de enero se desmantelaron 115 laboratorios clandestinos que se dedicaban a fabricar metanfetaminas.
Justo antes de Navidad, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ex ministro de Relaciones Exteriores y “mensajero clave” con el equipo de Trump, anunció un impuesto del 35% a todas las importaciones de textiles procedentes de Asia, un nuevo arancel que afectará a plataformas chinas como TEMU o Shein. Otro guiño al equipo de Trump. Otra "mañanera" la dedicó a conocer historias de mexicanos en Estados Unidos o presentar el “Himno del Migrante” en reconocimiento a los mexicanos al otro lado de la frontera. Una infusión de ánimo a sus compatriotas en medio de las amenazas de deportaciones masivas.
En cuestión de violencia, el ejecutivo de Morena celebró un descenso de 16.3% en el promedio diario de víctimas de homicidios dolosos en estos primeros 100 días.
Estos anuncios se entrelazan con provocaciones dialécticas. El último rifirrafe entre Sheinbaum y Trump fue hace solo unos días después de que el presidente electo propusiera cambiar el nombre del golfo de México por golfo de América, a la masa de agua entre las penínsulas de Yucatán y Florida. Al día siguiente, Sheinbaum apareció en el Salón de la Tesorería con un mapa de 1607 en el que se denominaba América mexicana al territorio que en la actualidad es México y Estados Unidos. “¿Por qué no le llamamos América Mexicana? Se oye bonito ¿no?, ¿verdad que sí?", planteó Sheinbaum, que a diferencia de su antecesor López Obrador no es especialmente conocida por su sentido del humor o carisma verbal.
"Desde 1607, la Constitución de Apatzingán era de América Mexicana. Entonces, vamos a llamarle América Mexicana”, replicó Sheinbaum en un guiño también a su público interno.
“Querer jugar al tú por tú con Trump es muy complicado. Aunque Claudia Sheinbaum haya respondido con una idea similar no tiene el mismo empuje internacional en los medios. La gente que no esté en México no sabrá que Claudia Sheinbaum respondió así. Lo que importa es quien tiene la última palabra y Trump gana en ese sentido”, asegura a La Razón Santiago Ginebra, analista mexicano con sede en Washington DC.
“La relación entre México y Estados Unidos siempre ha sido compleja”, recuerda Javier Oliva Posada, politólogo y Coordinador del Seminario de Estudios de Defensa y Seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en conversación con La Razón citando los más de 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio que pasaron de México a Estados Unidos tras la guerra de 1846-1848.
“La retórica de Trump tiene más que ver con el consumo interno. La apropiación conceptual y geopolítica del continente ha sido una constante. Trump recupera los genes geoexpansionistas de las élites del poder en Estados Unidos”, puntualiza Oliva.
No está previsto que Sheinbaum, que ya ha mantenido un par de conversaciones telefónicas con Trump desde las elecciones del pasado 4 de noviembre, acuda a su toma de posesión. Sin embargo, sí están invitados otros presidentes hispanoamericanos como Nayib Bukele de Guatemala o el argentino Javier Milei que son políticamente cercanos a Trump.
En la cuenta atrás para la investidura de Trump en Washington, Sheinbaum y equipo cruzan los dedos para que Trump no lleve a cabo sus advertencias. O, por lo menos, que el 47 presidente de Estados Unidosreconozca el esfuerzo mexicano. Y evitar así el peor de los escenarios.
Sheinbaum, la heredera de AMLO que busca voz propia
Claudia Sheinbaum Pardo (CDMX, 1962) se convirtió el pasado 1 de octubre en la primera presidenta de México tras toda una vida militando en la izquierda bajo el mentoreo del ex presidente López Obrador. Es doctora en Ingeniería Energética.
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