La expectación de la moción de censura empuja cada vez más a Feijóo
Todos los focos se sitúan sobre Alberto Núñez Feijóo. Una vez que el Gobierno ha dado el paso y ha descartado la cuestión de confianza exigida por Junts para seguir sosteniendo a Pedro Sánchez en el Congreso, la ventanilla que vuelve a abrirse es la de una moción de censura encabezada por el PP y apoyada por Vox y el partido de Carles Puigdemont. Solo para convocar elecciones.
Pero para que salga adelante hace falta que quien se ofreció a liderarla ahora confirme su voluntad de explorar los contactos necesarios. Esto es, testar que cuenta con la mayoría absoluta del Congreso (176 votos) para cambiar el Gobierno. El presidente del PP se abrió este mismo lunes a «conversar» con la formación independentista y a presentarla si decidían apoyarla finalmente, aunque su ofrecimiento se quedó ahí, sin producirse ni en público ni en privado más avances. Vox, pieza necesaria en la ecuación, ya despejó la incógnita este fin de semana al acreditar sus votos para hacer caer al presidente del Gobierno, cercado por los casos de corrupción que rodean a su entorno más cercano. Así, Vox se ha movido también, y en la calculadora de pactos el resultado sería de 170 votos a favor, a falta de los siete «síes» del partido de Carles Puigdemont, para que salga adelante la moción de censura. Además, podría explorarse una vía vasco-canaria con PNV y CC, aunque los nacionalistas vascos no dan señales de apoyo.
En Junts, en público rechazan respaldar la moción de censura, sobre todo por ser Santiago Abascal un factor necesario para que salga adelante. «Hacer algo con Vox es una broma macabra», aseguró ayer el secretario general de Junts, Jordi Turull. En privado, sin embargo, la pelota la colocan en el tejado de los populares. Fuentes del partido independentista explican que están abiertos a «negociar otras cosas» con el PP, pero informan de que Feijóo no se ha dirigido a ellos. Todo en un momento en el que el PP ya ha explorado una mayoría alternativa en el Congreso de los Diputados en clave económica y fiscal. Hasta ahora se han aprovechado coincidencias ideológicas con el objetivo de desgastar al Gobierno.
Fue el propio presidente del PP quien volvió a dar alas a la moción de censura esta misma semana y llegó a animar a Puigdemont a apoyarle. «Creo que soy bastante más fiable que Pedro Sánchez», aseguró en una entrevista en «Más de Uno» de Onda Cero este lunes. De hecho, Feijóo se mostró convencido de presentar la moción de censura «si los señores de Junts quieren elecciones». Enfatizó que lo haría si contaba con «los apoyos suficientes para sacarla adelante». Este martes, en el Foro Nueva Economía, instó a PNV y Junts a ser «coherentes» y apoyarla. Y así parar la «salvajada» de la ley del PSOE que prevé limitar la acusación popular. «Se dan unos supuestos más graves de los que se dieron en 2018» para presentar una moción, dijo, en referencia a la utilizada para acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy por el «caso Gürtel». «Causas sobran, motivos sobran, votos faltan», expresó. Feijóo volvía a poner el foco en Puigdemont al solicitar a los medios que pregunten a su partido sobre su posición.
A pesar de estos gestos, en Génova descartan iniciar ningún tipo de contacto con el partido de Puigdemont ni con el PNV para explorar la vía de la moción de censura. «Si alguien quiere hablar, que nos llame. Nosotros no lo vamos a hacer», explican en la dirección del partido. Todo en un momento en el que algunas voces –ahora externas a Génova– se han posicionado a favor de explorar la moción de censura. Ayer mismo, la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre defendió esa alianza con Vox y Junts. Hace semanas, hizo lo propio el exministro de Exteriores José Manuel García Margallo. Hasta ahora, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no ha fijado posición al respecto aunque ha dejado caer su rechazo, mientras que desde el PP catalán se han abierto en las últimas horas a la fórmula PP-Junts para cambiar el Gobierno central.
Por otro lado, el presidente del PP anunció ayer que apoyará la semana que viene en el Congreso la convalidación del decreto de la reforma de las pensiones que incluye la mejora de la compatibilidad de la pensión de jubilación con el trabajo. Un movimiento de los populares que se produce después de que el Gobierno pactara la medida con los empresarios. De nuevo, en el hemiciclo volverá a exponerse la debilidad parlamentaria del Ejecutivo de coalición. Bildu y Podemos se desmarcaron ayer del decreto tras conocer el apoyo del PP. «No estamos de acuerdo en cómo se hizo, pero sí en el contenido. Hay un acuerdo entre patronal y sindicatos y esto es un aval suficiente para que el PP se posicione a favor del decreto», señaló.