El cambio de criterio de la Fiscalía con el novio de Ayuso: en meses pasó a ver delitos que negaba
La Fiscalía cambió de criterio en menos de cinco meses sobre la petición del PSOE y Más Madrid a la jueza para que investigase también los supuestos delitos que habría cometido el novio de Isabel Díaz Ayuso en sus negocios con el Grupo Quirón.
Hasta en dos ocasiones rechazó el fiscal que fuera procedente indagar en ello en la causa principal que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid por dos delitos fiscales y uno de falsedad documental que supuestamente habría cometido Alberto González Amador y en la que los socialistas están personados como acusación popular, al igual que la formación de Mónica García.
El Ministerio Fiscal se opuso, primero en julio, a abrir esta nueva línea de investigación en la instrucción porque "no se refieren al objeto de la causa" y al prever que, si se extendiesen las indagaciones a sus relaciones con Quirón, se daría al caso una "excesiva complejidad o dilación" que acabaría prologando "durante años" la investigación. Y el destino al que estaría abocada sería "incierto".
Y, sobre todo, destacó el fiscal en su escrito que impediría "el pronto enjuiciamiento de los hechos", que, como indicó apoyándose en la legislación, debe ser la prioridad.
Más allá de eso, la Fiscalía mostró su desacuerdo con que existiesen indicios de varios de los nuevos delitos de los que acusaron y por los que pidieron desde Ferraz y Más Madrid investigar a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid como parte de la batería de una veintena de diligencias que pusieron sobre la mesa de la jueza.
Ambas formaciones le atribuían un presunto delito de administración desleal. Pero el fiscal señaló que "no puede" existir porque González Amador "es el único dueño del capital social" de las dos empresas, Maxwell Cremona y Masterman, que vincularon con estos negocios con el hospitalario.
Tampoco vio cabida a que pudiese existir un delito societario dado que, recordó, este tipo de fraude debe haber generado un "perjuicio para alguien" y, en este caso, "no consta que nadie confiara" en las cuentas de estas mercantiles "para operar en el tráfico económico o jurídico". Con lo que no habría perjudicados, en este sentido.
Lo mismo ocurre con el delito fiscal agravado que le atribuían ya que -para el fiscal- "no hay indicios bastantes una estabilidad en las relaciones" entre el novio de Ayuso y Quirón para que "esa relación" comercial pueda ser considerada "un grupo criminal". De igual forma, porque, puso de relieve en su escrito el Ministerio Público, la utilización de sociedades por parte de González Amador "no ocultó ni dificultó" la identificación por parte de la Agencia Tributaria del impago de impuestos investigado, ni a su responsable o su patrimonio.
Incluyó también el fiscal en su escrito un reproche para las acusaciones populares, que ejercen los dos partidos de la oposición a la presidenta popular: "Contiene errores de calificación jurídica y de ilicitud en varias de las diligencias que se proponen".
La jueza desestimó, entonces, en julio, en línea con los argumentos de la Fiscalía, a los que en varios puntos se sumó la Abogacía del Estado, investigar por estos nuevos delitos al empresario y sus socios por estos acuerdos con Quirón al considerar que resultaba "innecesario" por referirse a hechos que bien pueden ser reconocidos por el empresario y sus socios en su declaración.
Pero también porque lo que pidieron en algunos puntos podía considerarse parte una indagación "prospectiva al no existir indicios de delitos distintos" a los dos de fraude fiscal y el de falsedad documental por los que solo, entonces, se le investigaba.
Alude, por último, la jueza Inmaculada Iglesias a que incluir los hechos "conexos" con la defraudación de más de 350.000 euros en dos ejercicios anuales del Impuesto de Sociedades, provocaría una "excesiva complejidad y dilación en el procedimiento que se alargaría durante varios años" impidiendo cumplir con el pronto enjuiciamiento que impone la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Un par de meses después, a finales de septiembre, el fiscal se opuso por segunda vez dando idénticos motivos a esta nueva investigación. Que finalmente en octubre se hizo realidad tras ordenar la jueza la apertura de una pieza separada en torno a su relación con Quirón.
Llega el cambio de criterio: "No es descabellado"
Con la llegada del nuevo año, en cambio, el fiscal del caso del novio de Ayuso cambió de criterio y se alineó con los "indicios observados por la instructora" y se opuso, esta vez, al archivo "desdeñando, sin realizar indagación alguna" de esta pieza separada sobre los delitos que le atribuyen PSOE y Más Madrid.
Las alegaciones de la defensa de González Amador fueron ahora para el representante del Ministerio Público insuficientes para "desvirtuar los indicios de criminalidad" que ahora si ve.
De la misma manera, lo que antes era un oposición frontal a que existiesen indicios de que se le pudiese aplicar un agravante en el delito fiscal, pasó a ser, como él mismo admite en el escrito, una postura "mucho más matizada" para lo que se apoyó en la "decisión en absoluto descabellada" de la instructora de "no descartar" a priori la aplicación de este tipo agravado.
Cuando antes el fiscal rechazaba que pudiese haber indicadores de que González Amador y sus socios conformaran una organización criminal, ahora no lo considera "la hipótesis más probable", pero respalda que se indague judicialmente bajo el argumento de que "la distinción entre esta figura y la de cooperación necesaria no es infrecuente tener que demorarla" al momento en que se formulen las "conclusiones provisionales" de la instrucción, previas a la celebración del juicio.
Y si previamente no se mostró la Fiscalía de acuerdo con que pudiese González Amador haber propiciado la "ocultación" o complicado la "determinación de la cuantía defraudada" con el uso de las sociedades, este enero tampoco vio "descabellado" que sí que lo hubiese intentado con la "utilización de facturas falsas" de una mercantil mexicana y otra marfileña y la "interposición simulada" de su mercantil Masterman en la relación comercial real entre Quirón y otra de sus sociedades (Maxwell).
No puede ser ya, según el fiscal, esta nueva investigación de su vinculación empresarial con Quirón "claramente prospectiva". Se refiere la Fiscalía en este último escrito a González Amador como una persona "con notoriedad, pero que no desempeña un cargo público" y, en otro punto, destaca que "es notorio quién es".