Quiénes son las tres primeras rehenes que Hamás libera tras comenzar el alto el fuego en Gaza
El 7 de octubre de 2023 comenzó el suplicio para miles de personas inocentes cuando múltiples comunidades fueron atacadas y decenas de civiles fueron secuestrados. Estos eventos desataron una tragedia absoluta que, durante 15 meses, afectó a civiles y destruyó gran parte de Gaza. Sin embargo, el infierno termina hoy para tres mujeres israelíes.
Doron Steinbrecher, una enfermera veterinaria de 30 años, fue secuestrada el 7 de octubre en Kfar Aza, un kibutz que esa mañana fue invadido por combatientes de Hamás. Antes de ser capturada, Doron envió un mensaje de voz a sus amigos diciendo: “Están aquí, me tienen”. Desde entonces, no se tuvieron más noticias de ella hasta que su nombre apareció en la lista de rehenes a liberar.
Emily Damary, con nacionalidad británica, también fue secuestrada el 7 de octubre desde su apartamento en el Kibutz Kfar Aza, ubicado en el sur de Israel. El último mensaje de Emily fue alrededor de las 10 a.m., indicando que los agentes armados estaban en su vecindario y disparando cerca de su apartamento. Un amigo y vecino, Bar Kislev, sobreviviente del ataque, informó haber visto el coche de Emily siendo conducido por un miembro de Hamás alrededor de las 11 a.m. en el vecindario.
Romi Gonen, de 24 años, fue secuestrada mientras asistía al Festival Nova, el evento que se transformó en tragedia y dio pie a más de 15 meses de conflicto y a la muerte de casi 50 mil palestinos. La última comunicación de Romi con su madre fue una llamada en la que informó que había sido herida de bala: “Me han disparado, mamá, y estoy sangrando”, dijo antes de que se perdiera todo rastro de ella. Más tarde, las autoridades encontraron vacío el coche en el que viajaba junto a otros asistentes al festival.
¿Cómo se hará la entrega de las rehenes?
Las mujeres serán entregadas inicialmente a funcionarios de la Cruz Roja Internacional, quienes tendrán la responsabilidad de trasladarlos a las fuerzas militares israelíes en puntos designados cerca de los límites de Gaza. Estos puntos, ubicados en Erez, Re'im y Kerem Shalom, han sido preparados por el Ejército israelí para recibir a los liberados de acuerdo con la ruta que sigan. Una vez allí, los rehenes serán atendidos por equipos médicos, especialistas en bienestar y psicólogos, quienes les brindarán asistencia inicial para garantizar su estabilidad antes de reunirse con sus familias.
Tras su entrega, las rehenes serán transportadas instalaciones especializadas diseñadas para ayudarlas en su adaptación al regreso después de 15 meses de cautiverio. En estos centros, recibirán apoyo médico y psicológico para enfrentar el trauma vivido, manteniéndose alejados de la atención mediática para preservar su privacidad y bienestar emocional.
Un acuerdo frágil y con polémica
Aunque el acuerdo es un respiro para la población civil de Gaza, que espera con ansias la ayuda humanitaria que por tanto tiempo se les ha negado, tanto Netanyahu como la comunidad internacional, representada en gran medida por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han develado que se trata de un arreglo temporal. La finalidad para el estado de Israel es, sin duda, la libertad de los 33 rehenes en posesión de Hamás, de ahí en adelante, todo es incierto.
Según fuentes de seguridad israelíes, solo 25 de los cautivos estarían confirmados como vivos, lo que añade aún más incertidumbre, considerando que dos de los 33 rehenes son niños de tan solo dos y cinco años. A cambio, Israel ha accedido a liberar a más de 1.890 prisioneros palestinos, entre ellos mujeres, niños y figuras prominentes de grupos como Hamás, la Yihad Islámica y Fatah.