El primer móvil de los niños españoles llega a los 12 años, y la mitad de los padres se arrepienten de esta decisión
Los niños españoles pasan una media de cuatro horas diarias frente a una pantalla fuera del ámbito escolar La mayoría de ellos recibe su primer móvil a los doce años, una edad que solo el 22 % de los padres considera apropiada, según un informe presentado este martes por la herramienta de control parental Qustodio. Además, casi la mitad de los progenitores se arrepientan de haberles entregado un teléfono móvil a esa edad.
El estudio, que analiza los datos 400.000 familias con hijos entre los 4 y los 18 años en España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Australia, muestra que la edad de acceso al móvil y las horas de uso de pantallas son similares entre España y otros países. Sin embargo, los menores españoles destacan por ser los que más tiempo dedican a las redes sociales, con un aumento del 6 % a nivel global y un 13 % en el caso de España, alcanzando un promedio de 67 minutos diarios en plataformas como TikTok e Instagram.
TikTok se ha consolidado como la red social más popular entre los menores, mientras que el tiempo dedicado a Instagram ha crecido casi un 23 % en el último año, hasta los 87 minutos diarios. La portavoz de comunicación de Qustodio, Emily Lawrenson, explicó en una rueda de prensa que estas cifras reflejan un cambio notable en los hábitos digitales de los jóvenes.
El informe también pone de relieve una falta de consenso entre las familias sobre la edad adecuada para que los niños tengan su primer móvil. Aunque los doce años son la media, muchos padres consideran que esta es una edad temprana. Mientras que una de cada diez familias piensa que los menores deberían esperar hasta los 16 años para tener su propio teléfono, un porcentaje similar considera que a los 11 ya es razonable. Además, ha crecido el número de niños de tan solo 10 años con teléfono móvil.
La presión social también juega un papel importante, ya que muchos padres sienten la necesidad de permitir que sus hijos tengan un teléfono a esa edad para poder mantener un control sobre ellos, especialmente fuera de casa, dado que la mayoría de sus amigos ya lo tienen. El informe también destaca la falta de apoyo a los padres para tomar decisiones informadas, dado que no siempre existe un consenso claro sobre cuál es el mejor momento para introducir el móvil en la vida de los menores.