Добавить новость
ru24.net
La Razón (Madrid)
Январь
2025

La política enmudece frente a los testimonios del horror: "Nada más bajar del tren mataron a mi madre y a mi tía en la cámara de gas"

0

Hoy hace 80 años que los 7.000 presos que resistían en el campo de exterminio de Auschwitz fueron liberados por soldados soviéticos. Cuentan las crónicas de aquella época que los escuálidos rehenes apenas demostraron alegría. Este centro en el que los nazis industrializaron la muerte a través de las cámaras de gas llevaba semanas siendo evacuado, pero las fuerzas hitlerianas no lograron esconder las pruebas del Holocausto.

El ruso Boris Polevoy fue uno de los primeros reporteros del mundo en ver con sus propios ojos las huellas del horror. Corresponsal del diario "Pravda", describió así su experiencia: "Vi a miles de personas torturadas, prisioneros tan delgados que se movían al viento como si fueran ramas y cuya edad era totalmente imposible de determinar".

De aquellos supervivientes apenas queda medio centenar. Cuatro de ellos han alzado esta tarde su voz frente a líderes del mundo entero, entre ellos los Reyes de España (sentados en primera fila), para que no se vuelva a repetir una infamia semejante. La política ha enmudecido frente a los testigos de la barbarie. El escenario descrito por Polvoy se ha convertido en un museo de la memoria que ha acogido el acto solemne del 80 Aniversario del principio del fin.

Cerca de 60 delegaciones internacionales, entre ellos una veintena de jefes de Estado, han escuchado sus palabras. Además de Felipe VI y Letizia, asisten al homenaje Carlos III de Inglaterra; Felipe y Matilde de Bélgica; Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda; el príncipe heredero Haakon de Noruega, los reyes Federico y Mary de Dinamarca, el heredero del Gran Ducado de Luxemburgo, Guillaume, y la princesa Victoria de Suecia.

Entre los mandatarios llegados hasta aquí destaca el presidente ucraniano y de origen judío, Volodimir Zelenski, junto a los de Italia, Sergio Mattarella; Francia, Emmanuel Macron; Alemania, Frank-Walter Steinmeier; Austria, Alexander van der Bellen; y el polaco Andrzej Duda, así como el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.

Las primeras palabras que han sonado frente al vagón de mercancías, símbolo elegido para este 80 aniversario, han sido las del superviviente nonagenario Marian Turski (1926): "Vemos un aumento considerable del antisemitismo hoy que fue lo que condujo al Holocausto en primer lugar". Ha querido alertar sobre el peligro de las teorías de la conspiración y la negación de la Shoah que "pone en peligro nuestro sistema de verdad".

"No tengamos miedo a convencernos de que podemos arreglar los problemas entre vecinos como ha ocurrido en el pasado, cuando grupos étnicos han podido vivir en paz unos junto a otros. El discurso del odio suele conducir a un baño de sangre. La única forma de asegurar un futuro en paz para las futuras generaciones es comprometerse, como hicieron en Europa, por ejemplo, franceses y alemanes". Turski fue forzado a trasladarse al gueto de Lodz junto a parte de su familia y terminó en Auschwitz, donde su padre y su hermano fueron asesinados.

Esto contaba a LA RAZÓN en la edición de hoy: "Nos convertíamos en alimañas cuyo único propósito era sobrevivir. Los prisioneros se robaban entre ellos los zapatos, el pan, cualquier cosa. Además de nuestros verdugos nazis, entre los prisioneros había categorías, reales o imaginarias, que dificultaban mucho las cosas. La camaradería se daba entre pequeños grupos que nos apoyábamos unos a otros".

Janina Iwanska, polaca no judía, llegó a esta fábrica de la muerte el 12 de agosto de 1944 sola. Tenía 14 años. Había sido arrestada cuatro días antes durante el levantamiento de la capital polaca contra los alemanes. "Es difícil calcular cuántos murieron en esta fábrica de muerte. Muchos fueron llevados directamente a la máquina de gas al bajar de los vagones. Al menos un millón de judíos murió así. Había un campamento de familias gitanas donde el doctor Mengele hacía sus experimentos para demostrar que eran una raza inferior. También experimentó con niños pequeños. En agosto del 43 había 4.000 gitanos viviendo allí. Una mañana fueron llevados todos a la cámara de gas. Ninguno sobrevivió porque Mengele ya había terminado sus experimentos". Sólo fue liberado un 10% porque el resto de presos ya había sido trasladado por los alemanes antes el avance de la línea de fuego soviética. "Cuando abrieron el vagón sentí alivio porque no estaba muerta, y cuando vi a todas estas personas alrededor mío tuve esperanza, pensé que no podían matar a tanta gente. Pero olí los hornos crematorios, reconocí ese olor a cuerpos quemados como en Treblinka, el campo de exterminio al lado del cual pasaba cuando me iba de vacaciones, aunque no sabía todavía qué ocurría allí".

Ella logró escapar de una muerte segura manteniéndose lo más activa posible. Y eso a pesar de la exigua ración de comida diaria: medio litro de café aguado, uno de sopa y algo de pan negro con margarina (o salchicha si había suerte). Esto ha contado ella: "Hacía entre -18 y -25 grados. Apenas uno perdía el ritmo, salía del camino o se caía porque ya no tenía fuerzas, los alemanes le disparaban o los perros lo atacaban. Nosotras las chicas caminábamos de a cinco, y cuando veíamos que una estaba mal, la poníamos en el centro del grupo y la sosteníamos con fuerza. No tuve miedo de morir porque estábamos juntas".

Tova Friedman fue una de las pocas que pasó por una cámara de gas y vivió para contarlo. Hoy, con 86 años, ha dicho: "Represento a los niños, pocos sobrevivieron y estoy aquí para hablar de los que no lo lograron. Estamos aquí para pedir que la Historia nunca, nunca, vuelva a repetirse a sí misma. Yo tenía seis años y medio cuando fui liberada. Gracias a mi madre, que nunca me ocultó nada de lo que ocurría. Estuvimos los tres juntos pero luego mi padre fue enviado a Dachau, fue la primera vez que lo vi llorar. Un día de niebla llegamos a Auschwitz, el humo de las chimeneas cubría el cielo. Con solo cinco años y medio fui golpeada por un guarda por no poder aguantar de pie tantas horas. Mi madre me pidió que no llorara y recuerdo que pensé que nunca les iba a demostrar el daño que me infligían, ya tenía una rebelde dentro de mí. Pensaba que si eras un niño judío tenías que morir, que era lo normal".

"No solo tenemos la obligación de recordar sino de alertar y educar en que el odio solo trae odio. Nuestra venganza ha sido crear un Estado judío fuerte y criar a familias maravillosas. 80 días después nuestros valores judeocristianos están amenazados por el antisemitismo. Israel, la única democracia en Oriente Medio, está luchando por su supervivencia", ha añadido. A sus casi 90 años se ha convertido en una estrella de TikTok gracias a su nieto adolescente que le graba vídeos recordando lo que fue vivir el Holocausto de niña desde su casa en Morristown, Nueva Jersey.

El último en intervenir ha sido Leon Weintraub. Médico de profesión, no fue hasta hace muy pocos años que se lanzó a escribir sus memorias. Para él, el peor escenario posible ha sido siempre "que el mundo olvide”. Weintraub ha pedido a los jóvenes que "permanezcan vigilantes ante cualquier muestra de intolerancia con los que son diferentes por motivos de raza, religión o preferencia sexual". Ha recordado que "nada más bajar del tren mataron a mi madre y a mi tía Eve en la cámara de gas. Al resto nos llevaron a un barracón y nos desnudaron y quitaron todas nuestras pertenencias. Nos raparon el pelo, lo que a menudo iba acompañado de que nos arrancaran jirones de piel. Luego nos desinfectaban. Así trataban de despojarnos de nuestra humanidad".




Moscow.media
Частные объявления сегодня





Rss.plus




Спорт в России и мире

Новости спорта


Новости тенниса
WTA

Мирра Андреева близка к победе на WTA в Дубае после блестящего старта






Путин: Россия достигает поставленных целей СВО благодаря своим бойцам

SHOT: экстренно севший в Пулково самолет пять часов летел на одном двигателе

в Москве женщина "с трудом" получила сет суши

Как в Москве появилась Могила Неизвестного Солдата