El banco ING venderá su negocio en Rusia tres años después de la invasión a Ucrania
El grupo bancario neerlandés ING ha anunciado que venderá finalmente su filial rusa a un inversor en Moscú, con una pérdida de 400 millones de euros, lo que pondrá fin a la presencia de esta entidad en el territorio de Rusia tres años después de la invasión a gran escala a Ucrania. ING detalla que ha llegado a un acuerdo para vender su negocio en ese país a Global Development JSC, una empresa rusa propiedad de un inversor financiero con sede en Moscú y experiencia en servicios de 'factoring' (adquisición de créditos).
"Esta transacción pondrá fin a las actividades de ING en el mercado ruso. Según los términos del acuerdo, Global Development adquirirá todas las acciones de ING Bank (Eurasia) JSC, asumiendo todas las actividades y personal en Rusia. Global Development planea continuar sirviendo a los clientes en Rusia bajo una nueva marca", explica la entidad neerlandesa.
La venta está sujeta a "varias aprobaciones regulatorias" y se espera que se concluya en el tercer trimestre de este año. ING venderá su filial rusa con una pérdida de 400 millones de euros, y prevé que el acuerdo afecte a sus resultados en unos 700 millones de euros después de impuestos.
ING asegura que, desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, la entidad "no ha realizado nuevos negocios con empresas rusas, ha reducido sus operaciones y ha tomado medidas para separar el negocio de las redes y sistemas" de ING. Además, la exposición total de préstamos de ING a clientes rusos se ha reducido en más del 75%.
La invasión rusa de Ucrania hacia tres años provocó que muchas multinacionales abandonaran el territorio ruso, pero ING aseguró hace dos años que no quería seguir en Rusia, pero que no podía simplemente cerrar su negocio de forma repentina. La filial rusa de ING solo tenía clientes corporativos. "Como banco, nuestra actividad principal es conceder préstamos. Romper unilateralmente la relación con empresas rusas significa, en esencia, regalar el dinero, lo que en las circunstancias actuales no parece deseable", dijo entonces su director ejecutivo, Steven van Rijswijk.
Después de la transacción, la entidad neerlandesa promete seguir reduciendo aún más su exposición registrada a clientes rusos por otras entidades de ING que están fuera de Rusia, lo que dice que asciende a unos 1000 millones de euros.