La creación de vivienda nueva se mantendrá otro año más por debajo de la formación de hogares y provocará una subida de precios similar a la de 2024
Que el problema de la vivienda es complejo y de difícil solución se sabe. Y que es poco previsible que mejore en el corto plazo, también. Y los pronósticos que hace el sector hacen presagiar que ninguna de las medidas presentadas tanto por el Gobierno como por la oposición tienen capacidad suficiente para si quiera empezar a corregir la situación. La falta de oferta es el cuello de botella que impide bajar los precios y, en 2025, parece que se mantendrá.
Según las nuevas previsiones para el sector inmobiliario español de CaixaBank Research, la previsión de visados de obra nueva va a mejorar hasta los 135.000 después de que cerrase 2024 en el entorno de los 125.000. Sin embargo, un año más, como advierte el análisis, "la nueva oferta de vivienda es probable que se mantenga por debajo de los nuevos hogares que se creen, lo que mantendrá el crecimiento de los precios de la vivienda en cifras similares a las observadas en 2024".
Así, el servicio de estudios de la entidad financiera espera que el índice de precios del Ministerio de Vivienda (valor de tasación) crezca un 5,6% y un 5,9% en 2024 y 2025, respectivamente. Para el índice del INE (precio de transacción), contempla avances del 8,5% en 2024 y del 7,2% en 2025.
Accesibilidad
Con estas nuevas previsiones, CaixaBank Research espera que el crecimiento del precio de la vivienda sea ligeramente superior al de la renta disponible por hogar, de modo que la ratio de accesibilidad, resultado de dividir el precio de una vivienda representativa entre la renta bruta disponible de un hogar mediano; aumentaría ligeramente a nivel agregado, de 7,2 en 2024 al 7,5 en 2025, alcanzando una cota similar a la de 2022. Una cota, no obstante, muy inferior al máximo del 9,4 que se alcanzó en 2007. De este modo, el servicio de estudios asegura que el buen comportamiento de las rentas de los hogares evitaría a corto plazo la aparición de desequilibrios destacados en los precios a nivel agregado, aunque en las grandes ciudades existe un problema obvio de accesibilidad.
A pesar de este aumento de las dificultades para acceder a un hogar, las compraventas no se van a frenar este año. Según el informe, los distintos factores que impulsaron la demanda en 2024 seguirán presentes en 2025. El BCE seguirá reduciendo los tipos de interés, la renta de las familias se espera que siga recuperando poder adquisitivo y la población también se prevé que siga creciendo, desgrada CaixaBank. Por eso, concluye que el número de transacciones se sitúe alrededor de 650.000, igualando el registro de 2022, el más alto desde la burbuja inmobiliaria.