"Sigo órdenes de García Ortiz, no las cuestiono": la fiscal de Madrid se desvinculó ante el juez de la gestión del caso del novio de Ayuso
La fiscal jefe provincial de Madrid, María Pilar Rodríguez Fernández, defendió ante el juez que le investiga que no cree" que los datos que se publicaron en una nota de su Fiscalía sobre el caso fiscal del novio de Isabel Díaz Ayuso "sean esencialmente confidenciales". El comunicado daba cuenta de las conversaciones que el letrado de Alberto González Amador tuvo de cara a mantener un pacto de conformidad con el fiscal de delitos económicos Julián Salto por los dos delitos fiscales y uno de falsedad por los que se investiga al empresario.
Rodríguez, imputada junto a García Ortiz por revelación de secretos de la pareja de la presidenta madrileña, se desmarcó en todo momento en su declaración del pasado jueves -a la que ha tenido acceso LA RAZÓN- del comunicado y del envío que ella misma hizo de la denuncia de Hacienda contra el novio de Ayuso a la cúpula fiscal. "Yo no me pongo de acuerdo con el fiscal general del Estado, para nada, yo solo cumplo instrucciones del fiscal general", defendió, en todo momento, ante el Tribunal Supremo, eludiendo así sus posibles responsabilidades.
Pese a que el comunicado sobre el novio de Ayuso salió de la Fiscalía Provincial madrileña que ella dirige, Rodríguez insistió ante el instructor en desmarcarse totalmente afirmando que "yo no promoví, ni incité a la redacción de una nota, ni participé en la redacción, ni difundí la nota".
El juez Ángel Hurtado le llegó a indicar que "se puede entender que usted está de acuerdo con que se publique" con el visto bueno que dio al comunicado que le trasladó, ya redactado, García Ortiz. La fiscal jefe provincial, de nuevo, rechazó que estuviese conforme con un "no, señoría".
En cambio, como reflejó la Abogacía del Estado, que ejerce su representación legal y ella misma admitió ante el Supremo, asumió toda la responsabilidad sobre el comunicado en la reunión posterior que tuvieron el 15 de marzo la Fiscalía y el decano del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), Eugenio Ribón, y la presidenta del Consejo de la Abogacía, Victoria Ortega.
"Si en esa reunión de alto nivel pongo de manifiesto que yo no he participado en ella hubiera sido devastador y hubiera tenido efectos adversos para la institución del Ministerio Fiscal", defendió en su declaración, para después aclarar que se hizo responsable del comunicado de la polémica "por lealtad a la institución".
El envío de los correos a García Ortiz: "Se trataba de la conformidad"
Rodríguez defendió que trasladó a la Fiscalía General del Estado todos los correos que intercambiaron la defensa de la pareja de la presidenta madrileña con el fiscal que llevaba su expediente por la presunta defraudación a Hacienda porque "se me da la instrucción" y se le dice que es para "tratar de saber hasta dónde nos habíamos comprometido (en Fiscalía) con la conformidad" para González Amador.
"No me parece extraño", defendió, que el fiscal general le pidiese que le enviase los mails del letrado del novio de Ayuso con el fiscal de delitos económicos Julián Salto a su cuenta de correo personal, y lo vinculó a que fuese "por la noche" e igual "pudiera tener dificultades con la entrada de los correos". "Yo no cuestiono cuando el fiscal general me da una instrucción", alegó en el Supremo.
La negación llegó también a si tiene conocimiento de la supuesta filtración desde la Fiscalía General a la prensa del correo del letrado de González Amador ofreciendo un acuerdo de conformidad al fiscal Salto. "No, jamás", respondió también a la Abogacía del Estado, su defensa, sobre si García Ortiz le mando compartir con la prensa "datos de González Amador".
La otra imputada no cambió de móvil
A diferencia del fiscal general del Estado, Rodríguez explicó que no cambió los dos móviles que tiene, uno personal y otro profesional, "que se me facilitó en octubre de 2018 por la Comunidad de Madrid y es el que sigo utilizando hasta el día de hoy".
Sobre el wasap que le envió al fiscal general, tras haberle enviado ella la documentación de la denuncia a González Amador, en que asegura que "me pongo a su disposición" y otros en que Villafañe le agradece su colaboración", negó que hubiese "un pacto" de actuación y lo justificó con que acababa de ser renovada por el Consejo Fiscal en el cargo por otros cinco años.
El relato de los días de la filtración: "Ponían en cuestión mi imparcialidad"
La otra imputada por la presunta filtración de datos privados de González Amador comenzó explicando que el pasado 7 de marzo en su Fiscalía provincial madrileña se recibió una llamada un periodista, del que "ignora el medio", preguntando si existía un expediente de algún procedimiento relacionado con Maxwell Cremona, que "podría estar relacionado con el entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid", Isabel Díaz Ayuso.
Esa misma mañana, reveló la fiscal jefe provincial, se pone en contacto con ella la mano derecha de Álvaro García Ortiz, el teniente fiscal Diego Villafañe, que le traslada la misma cuestión que la tarde anterior -el 6 de marzo- un periodista también le preguntó a la jefa de prensa de la Fiscalía General del Estado.
Es, entonces, contó la fiscal jefe madrileña que se "activó inmediatamente para tratar de encontrar si efectivamente tenemos ese procedimiento" para dar cuenta de ello al fiscal general del Estado.
Sin embargo, admitió, seguidamente, que "cuando le dijeron" el nombre de la empresa recordó que haber conocido en días previos de una investigación que tenían ese nombre, el de Maxwell Cremona, la empresa de Alberto González Amador.
Rodríguez solicitó que desde la sección de delitos económicos se le enviase el expediente con el fin de trasladarlo a García Ortiz y a la Fiscalía Superior de Madrid. Lo acaba haciendo el 7 de marzo "con ciertas dificultades". "Ahí termina mi papel ese día", afirmó ante el juez Hurtado.
Ya el día 8 de marzo, la otra imputada por la filtración del correo del letrado de González Amador recibió "un mensaje" de Villafañe en el que le indica que en la denuncia por dos delitos fiscales a la empresa del novio de Ayuso que le envió "faltaban algunos folios" y le preguntó el teniente fiscal "si era posible completar la información".
Rodríguez vuelve con ello: da "indicaciones para que se escaneen bien los folios" y, de nuevo, reenvía a la Fiscalía General el expediente de Hacienda sobre la mercantil de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Tras esa jornada, en los siguientes tres días, declaró ante el juez la fiscal jefe provincial, que "no pasa absolutamente nada, no hay noticia alguna" sobre González Amador ni la defraudación tributaria por la que se investiga.
Pero todo cambió el día 12 por la mañana. Tenía previsto acudir a una reunión con la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, y, antes del encuentro, el responsable de prensa de esta Fiscalía superior le envió "una captura de una noticia que apareció en el Eldiario.es". "Ya sale en la prensa que la Fiscalía Provincial de Madrid ha presentado una denuncia contra González Amador", el novio de la presidenta madrileña.
A la investigada le extrañó el mensaje de "socorro" que remitió el jefe de prensa preguntándole "si esto es nuestro", cuando debería ser consciente dado que ella, recordó, se lo había enviado días antes a su superior, Almudena Lastra. Rodríguez le respondió que "claro, con toda la naturalidad".
"A partir de ese momento, me reenvían compañeros y amigos las noticias que van saliendo y que ponían en cuestión mi imparcialidad a la hora de ejercer mi trabajo como jefa provincial de Madrid", contó al juez Hurtado.
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