Estas son las monedas que ha tenido España más allá de la peseta o el euro
España es uno de los Estados más antiguos del mundo. Y es que antes de cuando nuestro país se constituyó como tal tras unirse los reinos de Castilla y Aragón, otros pueblos se asentaron en la Península Ibérica, teniendo sus propias administraciones, delimitaciones y otros aspectos como las monedas. Más allá de la peseta o el euro, las dos más recientes, numerosas divisas han pasado por territorio español a lo largo de la historia, pasando tanto por el Imperio Romano en Hispania, los musulmanes en Al-Ándalus o anteriores civilizaciones.
La peseta se introdujo en 1868 en España como moneda oficial, para unificar el sistema monetario español. Su presencia duró durante casi 150 años, hasta que en el 2002, España acuñó el euro al entrar en la creación de una moneda común en Europa, divisa que se mantiene en la actualidad tanto en territorio español como en otros países europeos.
Cuántas monedas ha tenido España a lo largo de su historia y cuáles son: de la dracma griega al real de a ocho o el escudo
Pero las varias monedas oficiales que ha tenido España a lo largo de su historia reflejan cómo nuestro país ha evolucionado política, económica y socialmente con el paso de los siglos. Según los registros históricos, en torno al 600 antes de Cristo se inventaron las monedas en Asia Menor (lo que en la actualidad es Turquía), siendo herramientas necesarias para la vida de los personas: sus negocios, su planificación, su poder... Eran muchos los factores en los que tenía las monedas influencias.
Así, en torno al 580-560 antes de cristo, los colonos griegos de la ciudad de Masalla (actual Masella) fundaron la ciudad de Emporion (Ampurias) y acuñaron las primeras monedas introducidas en la Península Ibérica: la dracma. La dracma perduró hasta el siglo I antes de Cristo, y antes de su caída, los fenicios habían introducido el shekel, o siclo, siendo acuñadas por fenicios y cartagineses.
Ambas monedas marcaron una mejora en el comercio, sirviendo de puentes culturales y económicos a través del Mediterráneo. Con la llegada de los romanos a la península, entró el denario, y variantes como el denario ibérico, el as-hispano-romano y el áureo, todas ellas importantes durante la época del Imperio Romano. O el tremis con los visigodos, que circuló durante la presencia de estos reyes.
Posteriormente, los musulmanes introdujeron el dinar y el dírham, así como la dobla, que marcó el final de Al-Ándalus y que ya era utilizada con especial valor tanto por islámicos como por cristianos y sería absorbida por la Corona de Castilla en 1492.
Y los reinos cristianos también tendrían sus divisas propias como el dinero (literalmente era su nombre), la moneda más característica de la Edad Media cristiana hasta el siglo XIII o XIV. También apareció el mancurso, la primera moneda de oro cristiana, o el maravedí de oro, introducido por los musulmanes como una moneda de oro y posteriormente adaptado por los reyes cristianos (introducido en el siglo XI y circuló hasta el siglo XIX, aunque su uso había caído varios siglos atrás).
De la Reconquista y los Reyes Católicos aparecieron otros como la dobla castellana, el florín o el real, que a su vez tuvo variaciones como el "real de a ocho", que equivalía a ocho reales y sirvió de inspiración al dólar estadounidense, el yuan chino o la libra esterlina británica, y coincidiendo con la expansión de la Monarquía Hispánica, vinculó a nuestro país como la primera economía global.
También estaba el ducado, el excelente, el maravedí o el escudo (y luego cuarto de escudo, escudo de sol, medio cuarto de escudo, etc), considerada la última moneda anterior a la peseta. Por otro lado, deben mencionar variaciones que no estaban destinadas a su uso en circulación, sino como conmemoración o símbolos de prestigio. Por ejemplo, el centén segoviano, una moneda de oro que equivalía a cien escudos.