Santorini, isla fantasma: más de 11.000 personas huyen por culpa de los terremotos
Grecia sigue temblando. Los continuos terremotos registrados en últimos días en la isla griega de Santorini de hasta 5,2 grados de magnitud en la escala Ritcher han provocado una estampida de miles de personas. El gobierno de Grecia decretó ayer el estado de emergencia, en una medida que estará en vigor en principio durante el próximo mes, hasta el 1 de marzo. El Ministerio de Crisis Climática y Protección Civil griego indicó que con esta declaración las autoridades quieren abordar las posibles emergencias que ocurran y gestionar sus consecuencias, informó la cadena de televisión pública ERT.
La actividad telúrica alrededor de Santorini, uno de los principales destinos turísticos europeos, que cada año acoge a unos tres millones de visitantes, comenzó hace dos semanas y desde entonces, más de 600 terremotos de diversa intensidad han sacudido la zona. Grecia es uno de los países europeos con mayor actividad sísmica ya que se encuentra en el límite de las placas tectónicas africana y euroasiática, cuya interacción constante provoca movimientos telúricos frecuentes. De hecho, la misma Santorini tomó su forma actual después de una de las mayores erupciones volcánicas de la historia entorno al 1.600 antes de Cristo. Sin embargo, si bien los temblores son habituales en la región, esta vez los habitantes aseguran que la frecuencia es distinta, lo que ha provocado el pánico entre la población.
En los últimos tres días, más de 11.000 personas abandonaron la isla a bordo de alguno de los ferris con destino a Atenas o en los vuelos extraordinarios organizados por dos aerolíneas griegas colapsando las carreteras de la isla, mientras el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, pedía a sus ciudadanos mantener la calma y seguir las indicaciones de la protección civil ante lo que definió como «un fenómeno geológico muy intenso» .
El principal temor de las autoridades griegas es que se pueda producir un terremoto de mayor intensidad que pueda provocar un tsunami, por lo que han instado a los ciudadanos a mantenerse alejados de costa debido al riesgo de que se produzcan nuevos deslizamientos de tierra y evitar reuniones en interiores. «Hoy somos un poco más optimistas que ayer, pero insisto en que no podemos hacer ningún pronóstico», aseguró Mitsotakis.
El Ministerio de Protección Ciudadana reforzó los servicios de emergencia y desplazó unidades adicionales de bomberos, policías y equipos de rescate ante la eventualidad de un gran terremoto en alguna de las islas afectadas, porque además de Santorini, con unos 25.000 habitantes, los temblores también han sacudido las vecinas Amorgos y Anafi, todas ellas pertenecientes al archipiélago de las Cícladas, situadas en el sureste de Atenas.
Los expertos aseguran que desde junio de 2024 se han registrado más de 2.500 temblores en el complejo volcánico de Santorini, y que esto «no excluye la posibilidad de que estos sean características de una secuencia presísmica». Efthimios Lekkas, director de la Organización de Planificación y Protección contra Terremotos de Grecia, declaró a la televisión estatal que el epicentro de los terremotos en el mar Egeo se está moviendo hacia el norte, alejándose de Santorini y desplazándose hacia la isla de Amorgos, donde viven unas 2.000 personas, pero que cuenta con un suelo rocoso que disminuye el riesgo de nuevos temblores y un posible tsunami.
Los sismólogos y geólogos como Lekkas aseguran que la actividad sísmica en la zona no está vinculada con los volcanes inactivos como el de Santorini, sino con las fallas submarinas de esta área. Se trata de cinco fallas de más de 20 kilómetros cada una que pueden producir terremotos de hasta 7,3 de magnitud, como el que se registró cerca de Amorgos en 1956 y que provocó un tsunami de 30 metros que causó la muerte de 53 personas.
Los especialistas no descartan ninguna hipótesis y la mayoría de ellos coinciden en señalar que la actividad sísmica podría continuar durante semanas o incluso meses produciendo lo que se conoce como enjambre sísmico. Este fenómeno es diferente de los terremotos que suceden con una serie de réplicas, ya que no se observa un único terremoto en la secuencia de sismos que pueda ser definido como el movimiento principal. Tampoco descartan que los temblores puedan acabar por despertar a los dos grandes volcanes de la región, el de la caldera, situado en la isla de Santorini, y el submarino de Kolumbo. Hasta el momento, no se han registrado víctimas mortales, si bien los temblores han provocado deslizamientos de tierra que han dañado algunos edificios.