La reducción de jornada traerá a los empresarios multas, falta de ayudas, costes disparados y parón del empleo
La aprobación de la reducción de jornada por el Consejo de Ministros ha abierto un abismo en la relación entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los empresarios, personificados en CEOE y Cepyme, que no han secundado la medida y han cargado de forma generalizada contra el Gobierno. La decisión de aprobarla de forma unilateral –solo junto a los sindicatos–, de retirar las ayudas a las empresas como castigo a las patronales por no apoyarlo y la batería de multas y sanciones que deben afrontar las empresas que incumplan esta nueva norma han hecho saltar todas las alarmas, por lo que fuentes de la patronal consultadas por LA
RAZÓN confirman que ya han empezado los contactos con las fuerzas parlamentarias para «intentar paralizar su tramitación» en el Congreso o «introducir el mayor número de enmiendas posibles para que las empresas se vean favorecidas y sean bonificadas para poder hacer una transición menos dañina».
Porque el texto del anteproyecto dispara con bala. El Gobierno multará con hasta 10.000 euros por trabajador a las empresas que incumplan con el registro horario y la reducción de la jornada. Esto supone un endurecimiento de las sanciones actuales en materia de jornada por dos vías: primera, porque se multará a las empresas por cada trabajador con el que se incumplan las normas y no de manera global; y segunda, porque el importe de las multas, tipificadas como infracción grave de los empresarios, serán más cuantiosas, pasando de un máximo de 7.500 euros a 10.000 euros.
La patronal también advierte de la grave afectación en productividad y competitividad. Por ello, desde CEOE han vuelto a reclamar al Gobierno «transitoriedad» para poder establecer con garantías la reducción de jornada laboral, pero la ministra de Trabajo ha sido insensible a sus peticiones. Otro de los puntos oscuros tiene que ver con la contratación. Según defiende ayer Díaz, «el empleo se verá favorecido claramente con esta medida». Algo que los empresarios niegan. Los hosteleros advierten que para poder suplir la jornada reducida las empresas tendrán que recurrir a la contratación a tiempo parcial, «por lo que causará un efecto indirecto indeseado en el empleo y la contratación a tiempo completo», explicaron a este periódico. «En temporada alta del sector turístico, con turno largos de hasta 12 horas al día, los contratos se tendrán que dividir y hacerlos parciales, porque de otra forma sería inviable, con el consiguiente perjuicio para los trabajadores, que perderán horas trabajadas y sueldo, y para los empresarios, que tendrán que afrontar mayores costes laborales».
Desde Cepyme, recuerdan que los costes laborales de las pymes subieron un 4,2%, mientras la productividad encadena siete trimestres de reducciones interanuales, una evolución que «amplifica la espiral de pérdida de productividad y la discordancia de las alzas sostenidas de costes laborales». «Las pymes necesitan un alivio de las cargas laborales, impositivas y burocráticas, así como certidumbre normativa. Sin embargo, los empresarios españoles afrontan este 2025 más subidas de cotizaciones, nuevos recargos y nuevos incrementos del Salario Mínimo». Y ahora se suma la reducción de jornada, cuyo coste extra será de un 6,25% por trabajador, apuntan desde ATA y como certificó la comisión de expertos de Trabajo.
La respuesta de Yolanda Díaz ha sido retirar las ayudas que ofreció a las empresas durante la negociación con los agentes sociales. En el texto final aprobado esta semana se han dejado fuera tras cumplir su amenaza de que «las ayudas desaparecerán si la patronal no apoya la medida». Díaz había propuesto ayudas directas a la productividad en microempresas de entre uno y cinco trabajadores con hasta 6.000 euros, con las que mitigar el impacto económico que podría tener la reducción de la jornada sin afectar los salarios de los trabajadores. Pero estas ayudas estaban vinculadas exclusivamente al sí patronal a la nueva ley, algo que no se produjo, por lo que la ministra de Trabajo cumplió su amenaza.