La respuesta de Ancelotti al penalti pitado a Tchouameni en el derbi: "No se entiende"
«Es de locos», le decía Jude Bellingham a Soto Grado después de pitar el penalti de Tchouameni. «Yo no lo he visto en directo», reconocía el colegiado del partido, que fue llamado por De Burgos Bengoetxea desde el VAR para que viera un pisotón a Lino cuando el jugador del Atlético ya no podía jugar la pelota. «A cámara lenta todo parece penalti», le recordaba Lucas Vázquez al colegiado sobre la acción y la llamada desde el videoarbitraje. Una jugada muy dudosa que abría el derbi madrileño y que daba paso a un cántico desde la grada del Bernabéu: «Corrupción en la Federación», que se escucha muchos todos los estadios. Ancelotti se llevaba las manos a la cara cuando veía que el colegiado se iba al punto de penalti después de ver la acción de manera aislada y no interpretándola en el contexto de la jugada.
Antes de esto, el Santiago Bernabéu rindió un bonito homenaje a Marcelo, que acaba de anunciar su retirada y que le vendría muy bien a Ancelotti en estos tiempos en los que al técnico italiano no le sobran precisamente los defensas y no tiene ningún lateral izquierdo como el brasileño, que marcó una época en esa banda. El Real Madrid protestó el penalti, pero después se recompuso en la segunda parte, donde buscó el triunfo y, otra vez, tuvo a Rodrygo como el hombre que era capaz de generar peligro en ataque.
El brasileño está en un gran momento, y si el miércoles en Butarque fue el que inició las jugadas de los dos primeros goles, en el derbi madrileño también se encargó de frotar la lámpara. Primero arrancó en un contragolpe que Javi Galán tuvo que frenar con falta y tarjeta amarilla, y justo después regateó por la derecha antes de meterse en el área y ponerle el balón a Bellingham. El inglés remató, rechazó Oblak y le quedó a Mbappé para que hiciese el tanto del empate con muchísimo tiempo por delante. No es el costado que más gusta a Rodrygo, pero está al servicio del equipo y sabe que cuando están todos los delanteros le toca partir desde ahí. Volvió a ser el más desequilibrante y de sus botas nació el gol de Mbappé, que se puso los galones de líder y se encargó de igualar el marcador.
«Pasa, no quiero hablar del árbitro», respondió Ancelotti cuando le preguntaron por la acción del penalti. «La gente del fútbol no entiende esto», aseguraba.