Los Reyes, en el Hospital de Parapléjicos de Toledo: "Sigue así, estoy seguro de que lo vas a conseguir"
En el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo todo el mundo tiene una historia. Una historia que empieza de manera distinta pero que termina igual y en el mismo sitio. El año pasado este centro que acaba de cumplir medio siglo atendió a 238 nuevos pacientes. Personas que habían sufrido una lesión medular y tenían que aprender a vivir de nuevo. Aquí pudieron hacerlo.
El siete de octubre de 1974 los entonces Reyes de España, Juan Carlos I y doña Sofía, inauguraron este hospital y hoy han sido don Felipe y doña Letizia quienes han recorrido los mismos pasillos para conmemorar esta fecha redonda. La visita, que se ha alargado más de dos horas, ha alterado la rutina de un centro pionero en el tratamiento y la reinserción de afectados por lesiones medulares. Acompañados por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Sainz, los Reyes se han parado y se han hecho una foto con decenas de personas. Entre ellas, Luis, de 26 años, al que una vaquilla dejó en silla de ruedas y que les ha dado las gracias: "Es muy bonito que hayáis venido, yo hace seis meses no podía ni hablar". El Rey le ha devuelto el cumplido: "No, gracias a ti por el trabajo que haces cada día".
En la sala de terapia ocupacional les estaba esperando Juanma, que lleva aquí cuatro meses por un accidente de moto. La Reina se ha interesado por los avances en su recuperación. "Me quedaría hablando contigo todo el día", le ha dicho Letizia. Los Reyes han visitado también la sección de rehabilitación infantil, donde han hablado con los padres y jugado con los más pequeños. La visita ha terminado con una foto de familia en el pabellón deportivo Estrella, una lugar central para la rehabilitación de estos pacientes. Con camiseta verde militar, Alberto Guzmán, miembro de la unidad de elite de la Guardia Civil, ha entregado a Letizia una foto de sus compañeros muertos en el mismo accidente en el que resultó herido. Fue el 19 de marzo del año pasado, cuando un camión les arroyó mientras preparaban un dispositivo del GAR. "He querido darles la fotografía como homenaje a mis hermanos fallecidos, Eneko y Juan Jesús", ha dicho Alberto a LA RAZÓN. También les ha entregado un parche de la sección.
Al colombiano Julio César, de 37 años, le cambió la vida un tumor benigno en la médula. Le inmovilizó primer la pierna izquierda y poco después ya no podía moverse. Ahora, cuatro meses después, está recuperándose a marchas forzadas. Y hoy el Rey le ha dado el último empujón: "Una visita así te llena de moral para continuar. Felipe se me ha acercado y me ha dicho que siga así, que lo voy a conseguir. Han sido unas palabras muy motivantes. Se agradece que se interesen tanto por la gente".
Más de 14.000 personas en medio siglo de existencia del hospital han tenido primero la mala suerte de tener un accidente y, después, la buena fortuna de volver a empezar en un hospital como este. La filosofía "más allá de los aspectos puramente clínicos" de estos profesionales sanitarios de todas las disciplinas es la misma: devolver el sentido a la nueva realidad de los pacientes. Es una suerte de reinserción en una normalidad que será distinta pero que no tiene por qué ser menos plena.