Crece la tensión en el Mar Amarillo tras el descubrimiento de una misteriosa construcción china en aguas en disputa
Corea del Sur está observando con preocupación los movimientos de China a raíz de su último descubrimiento en el Mar Amarillo, una misteriosa estructura. Seúl teme que el gigante asiático esté buscando ampliar su zona de influencia en un punto geopolítico clave.
El diario surcoreano, The Chosun Daily, se ha hecho eco del hallazgo del que informaron el pasado 9 de enero, gracias a las labores de reconocimiento de los satélites surcoreanos. Como apuntan, la misteriosa edificación se trata de una estructura de acero móvil que supera los 50 metros tanto de diámetro, como de altura. Esta fue detectada en la conocida como Zonas de Medidas Provisionales del Mar Amarillo, un área que se encuentra en disputa, ya que en ella se superponen las zonas económicas exclusivas de Corea del Sur y China.
Al ser considerada un área sensible, está prohibida la construcción o explotación de recursos en la misma, a excepción de pesca. Precisamente, la pesca fue una de las excusas que utilizó Pekín, cuando a principios de 2024 Corea del Sur detectó la presencia de otras estructuras flotantes en la misma aérea.
Importancia geopolítica
El mar Amarillo o mar de la China Oriental, situado entre China, y la península de Corea, es una extensión de agua que ocupa cerca de 417.000 kilómetros cuadrados. Pese a no ser un área muy extensa, cuenta con importantes reservas de petróleo y gas, además de una gran diversidad marina.
Existen varias teorías sobre la finalidad de las estructuras. The Chosun Daily recoge el testimonio del investigador del Instituto Asan de Estudios Políticos, Lee Dong-gyu, quien sostiene que "China no solo está instalando estructuras, sino que también está realizando ejercicios militares en la región", acciones que tendría como objetivo "ganar influencia en futuras negociaciones con Corea del Sur", por el control de las aguas.
De igual manera, los funcionarios consultados por el rotativo aseguran que Pekín tiene previsto seguir instalando "hasta 12 estructuras de este tipo", aprovechando en gran medida el clima de inestabilidad política que ha caracterizado a Seúl en los últimos meses, tras la declaración de la ley marcial.
Otras de las hipótesis que baraja Seúl, es que, al igual que hizo anteriormente en el Mar China Meridional, donde mantiene una disputa abierta con Japón, China podría estar tratando de construir islas artificiales, que posteriormente pasarían a transformarse en bases militares, o instalando plataformas y boyas de exploración para explotar los recursos naturales. Unas acciones que de igual manera han elevado la tensión con su vecino Japón.