Los inversores de Tesla, preocupados por la nueva distracción millonaria de Musk, comprar OpenAI tras haberse hecho con Twitter
La impulsividad de Elon Musk en la gestión de sus inversiones y su papel en la Administración de Donald Trump tienen en alerta a los accionistas del fabricante de coches eléctricos Tesla, compañía fundada y dirigida por el magnate.
Según un reciente artículo de The Wall Street Journal, los accionistas de Tesla están expresando una creciente preocupación por las múltiples distracciones de Elon Musk, especialmente tras su oferta de 97.400 millones de dólares para adquirir OpenAI. El hombre más rico del mundo ya tuvo un "arrebato" similar hace más de dos años, cuando en octubre de 2022 decidió comprar Twitter (ahora X) por 44.000 millones de dólares, menos de la mitad de lo que ahora estaría dispuesto a pagar por la empresa creadora de ChatGPT.
Esta adquisición hundió la capitalización de Tesla debido a las inquietudes sobre el desvió de la atención de Trump, que hasta entonces se centraba en el negocio espacial, con SpaceX, y el del coche eléctrico, con Tesla. Las distracciones de Musk se han disparado en los últimos años y meses, fundando otras empresas como xAI, Neuralink y The Boring Company, intentando hacerse con OpenAI y asumiendo un cargo político dentro del nuevo Gobierno de Donald Trump. A pesar de la alta capitalización de mercado de Tesla, existe escepticismo sobre si la empresa puede continuar prosperando con Musk totalmente disperso y en medio de una competencia feroz de los vehículos eléctricos y autónomos.
Los analistas de Oppenheimer calificaron el martes la oferta de Musk por OpenAI como "una distracción de los desafíos de Tesla" y ven difícil que salga adelante, al ser muy inferior al valor real de la compañía. En concreto, Microsoft ha invertido más de 10.000 millones de dólares en esta compañía, mientras que SoftBank, según la cadena de televisión estadounidense CNBC, contempla desembolsar 40.000 millones en la empresa, pudiendo alcanzar una valoración de 300.000 millones de dólares, lejos de los 97.400 millones ofrecidos por Musk.
El martes, las acciones de Tesla se hundieron un 6,3% a 328,50 dólares, su nivel más bajo desde finales de noviembre. El miércoles recuperaron parte del terreno perdido, tras subir un 2,4%, hasta los 336,51 dólares. En detalle, ayer, la acción llegó a avanzar hasta los 346,40 dólares pero retrocedió tras darse a conocer que Musk planea pasarse los próximos cuatro meses dirigiendo el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como DOGE, con el fin de recortar el presupuesto federal en 2 billones de dólares.
La visión desfavorable de Musk está lastrando la imagen de marca de Tesla y podría perjudicar a las ventas a corto plazo. De hecho, las ventas de Tesla ya se desplomaron en Europa a principios de año tras el apoyo del empresario al Gobierno de Trump y su supuesto saludo nazi. En esta línea, el analista de Stifel, Stephen Gengaro, ha reducido el precio objetivo de las acciones de Tesla a 474 dólares desde 492 dólares y su pronóstico de ingresos para 2025 en un 5% a 116.800 millones de dólares.
Según FactSet, a 12 de febrero, se esperaba que las ganancias por acción de Tesla para 2025 sean de 2,93 dólares, un 11% menos que la expectativa de 3,31 dólares antes de las ganancias del cuarto trimestre. Las estimaciones para 2026 también han bajado significativamente. Según FactSet, no se prevé que las ganancias anuales de Tesla superen el pico de 2002 de 4,07 dólares por acción hasta 2027.