El atropello de Múnich fue un atentado yihadista

Múnich sigue en estado de «shock». El jueves, un joven en un coche Smart arremetía contra una manifestación del sindicato Ver.di, con el resultado de 30 heridos, ocho de ellos de gravedad, uno de ellos un menor de corta edad. El sospechoso es un joven afgano 24 años, y las autoridades creen que podría haberse radicalizado o, alternativamente, padecer de problemas mentales. En un primer momento, el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, dijo que el joven había sido un delincuente, pero después se constató que no era así, sino que aparecía en los archivos policiales únicamente como testigo, ya que trabajaba como personal de seguridad en una tienda.

El detenido no tenía antecedentes penales y, aunque en un principio solicitó asilo y podría haber sido deportado, consiguió un empleo y un permiso de trabajo, por lo que se encontraba en el país con documentación en regla. Al parecer, era aficionado al gimnasio y participaba en competiciones de culturismo. Aún quedan muchas preguntas sin respuesta, pero la Policía ha asegurado que, durante su detención, el joven afgano exclamó: «Alá es grande». La Policía informó que ha creado una comisión especial para comprender los motivos del sospechoso, que confesó haber realizado el atropello de forma deliberada.

En su teléfono, se encontraron mensajes de tono islamista, aunque los expertos están sorprendidos porque estaba integrado, tenía un coche caro y un empleo, «hobbies» y no es el perfil que suele tener un terrorista. Es por ello que quieren esperar al reconocimiento médico para saber si tenía problemas psíquicos.

Ya el mismo jueves, el ministro-mresidente de Baviera dijo que habrá una respuesta contundente y Scholz pidió la deportación del joven. La ministra del Interior, Nancy Faeser, condolió a las familias: «Todos nuestros pensamientos están con las personas que resultaron heridas en el impactante presunto atentado en Múnich», dijo.

Tras la toma del poder por los talibanes en Afganistán en 2021, tan solo se ha llevado a cabo una deportación masiva al país y fue una excepción, ya que muchos países no realizan deportaciones a Kabul en estos momentos.

En relación al momento en que se ha producido el atentado, en las redes sociales aparecieron todo tipo de especulaciones y cientos de mensajes con teorías del complot según las cuales el hombre habría sido contratado para influir en el resultado de las elecciones, ya que también se produjo otro atentado justo antes de las europeas. Las autoridades han comentado que se trata de especulaciones en torno a las cuales no existe ningún tipo de prueba en dicha dirección.

El candidato conservador y favorito en las elecciones de la semana que viene, Friedrich Merz, pidió mano dura, «orden y ley» y una política migratoria más estricta. La candidata de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, reclamó un giro en la política migratoria del país.

La AfD es ya la segunda fuerza en intención de voto en las encuestas, con el 21%, después de Merz con el 31%. El tema de los inmigrantes, la ley de asilo, los ataques con cuchillo, los ataques islamistas, son uno de los temas más repetidos por el partido ultra, por lo que es más que probable que el atentado influya a su favor en las elecciones del domingo 23 de febrero.