La Audiencia sienta en el banquillo a la exjefa de ETA Iratxe Sorzabal por un atentado en la frontera de Irún
La Audiencia Nacional juzga esta semana a la exdirigente etarra Iratxe Sorzabal por un atentado con explosivo en la frontera de Irún (Guipúzcoa) el 8 de octubre de 1995, que al estallar provocó daños materiales valorados en 36.000 euros. La Fiscalía pide para la acusada una pena de doce años de cárcel y que indemnice a la empresas afectadas por la explosión, así como que se le prohíba volver al lugar donde se produjo el atentado durante cinco años.
Sorzabal, que fue detenida en Francia en 2015 junto al también exjefe de ETA David Pla -relata la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales-, colocó en dicha fecha un artefacto explosivo en el paso fronterizo del Puente Internacional de Santiago de la localidad de Irún (Guipúzcoa), que hizo explotar a las 12:30 horas del mismo día.
El artefacto estaba compuesto por dos kilos de masa explosiva -amonio, nitrato y dinitrotolueno-, y fue accionado por retardo con temporización, a través de un reloj digital manipulado para actuar como interruptor electrónico de un circuito exterior alimentado por dos pilas y que, al llegar la hora prefijada, permitía el paso de la corriente al detonador eléctrico que provocaba la explosión de la masa explosiva. El artefacto -recalca el Ministerio Público- fue colocado con la finalidad de causar el máximo daño posible a las personas y al patrimonio público y privado.
De hecho, al explotar, causó daños en el edificio de la aduana española con fractura de gran parte de los cristales de los ventanales de las fachadas principal y lateral izquierda, además del desprendimiento de parte de las placas de corcho que conformaban el sobre techo. Asimismo se produjeron daños, principalmente rotura de cristales, en el establecimiento público "Arca de Noé", y también en diversos vehículos estacionados en las inmediaciones: un camión con remolque y dos autobuses de viajeros, informa Efe.
Sorzabal fue condenada en 2022 a 24 años y medio de prisión por un doble atentado perpetrado el 2 de noviembre de 1996 en Gijón contra una farmacia y el Palacio de Justicia. Antes de ser detenida en Francia, la exjefa de ETA ya había sido arrestada en Hernani (Guipúzcoa), aunque quedó en libertad, que aprovechó para huir a Francia e integrarse en ETA.
El Tribunal Correccional de París la condenó en rebeldía en junio de 2006 a tres años de cárcel por su pertenencia al "aparato político" de ETA y en 2013 fue condenada otra vez, de nuevo en rebeldía, en el juicio en el que se le impuso una cadena perpetua al padre de su hija, el exdirigente etarra Mikel Carrera Sarobe, "Ata", por el asesinato de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en la localidad francesa de Capbreton en 2007, que supuso el último atentado mortal de la banda terrorista.
La exdirigente de la banda terrorista también está en el punto de mira de la Audiencia Nacional tras la reapertura de la investigación por el asesinato, en 1996, del suboficial de la Ertzaina Montxo Doral, que la Policía autónoma vasca atribuye a un comando dirigido por Sorzabal.
Al igual que ya hizo cuando fue juzgada por el doble atentado en Gijón, su defensa ha alegado que durante su primer arresto en 2001 la Guardia Civil le obligó con torturas a confesar su participación en estos atentados.