El nuevo puesto de Carlos Sainz en la Fórmula 1 con los pilotos en pie de guerra
Carlos Sainz se ha convertido en director de la asociación de pilotos de Fórmula 1, la Grand Prix Drivers' Association. El español de 30 años, que pasó de Ferrari a Williams para esta temporada, ocupa la vacante dejada por el cuatro veces campeón del mundo Sebastian Vettel, quien se retiró de la F1 a fines de 2022 y renunció como director de la GPDA el año pasado.
La GPDA publicó un mensaje en Instagram anunciando el nombramiento, Sainz respondió: "Me apasiona mi deporte y creo que los pilotos tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para trabajar con las partes interesadas para hacer avanzar el deporte en muchos aspectos. Estoy muy feliz y orgulloso de poder hacer mi parte asumiendo el papel de director en la GPDA", concluyó.
Sainz se une al presidente Alex Wurz, al piloto de Mercedes George Russell y a Anastasia Fowle como líder de la GPDA. La GPDA se formó a principios de la década de 1960 y se ha centrado predominantemente en cuestiones de seguridad.
Por ejemplo, su labor fue clave en la adopción del dispositivo de protección para la cabeza "halo" en la F1 para la temporada 2018. Desde entonces, ha salvado numerosas vidas en accidentes graves.
La guerra con la FIA
Pero en los últimos años, los pilotos se han encontrado cada vez más en desacuerdo con Mohammed Ben Sulayem, el presidente del organismo rector, la FIA, que fue elegido en 2021.
Las acciones de Ben Sulayem han generado preocupación entre muchas partes interesadas en la F1, y los pilotos están en pie de guerra desde que iniciara su particular batalla contra las palabrotas en el Gran Circo.
Después de que el tres veces campeón del mundo Max Verstappen utilizara la palabra “jodido” en la rueda de prensa del jueves previo al Gran Premio de Singapur (la frase completa traducida fue: “Estaba jodido. Sabía inmediatamente que el coche "es una mierda "), tuvo que presentarse ayer ante la FIA. Y, tras la primera sesión de entrenamientos libres, la FIA anunció en un comunicado que el neerlandés sería castigado ¡con realizar servicios comunitarios!. Una decisión que puso en alerta al resto de pilotos. Max Verstappen finalmente cumplió su sanción en Ruanda pero deberá seguir mordiéndose la lengua si no quiere padecer graves consecuencias.
En una durísima carta, la asociación de pilotos mostró su rechazo a los castigos por su lenguaje y a las multas económicas en general y exigieron a la FIA transparencia financiera. "Instamos al presidente de la FIA a que también tenga en cuenta su propio tono y lenguaje cuando hable con nuestros pilotos miembros, o incluso sobre ellos, ya sea en un foro público o de otro modo. Además, nuestros miembros son adultos y no necesitan recibir instrucciones a través de los medios de comunicación sobre cuestiones tan triviales como el uso de joyas y ropa interior", afirmaron.
Pero la FIA, lejos de amedrentarse decidió endurecer las sanciones por el uso inadecuado del leguaje u otros tipos de comportamientos no acorde a la ejemplaridad exigida.
¡Un mes de expulsión!
Esta temporada, la orden de realizar servicios comunitarios sería la menor de las preocupaciones de los pilotos. En la última versión del Código Deportivo Internacional hay un apéndice que orienta a los comisarios sobre las sanciones que se deben aplicar en caso de que se incumplan ciertas normas, incluida una por "mala conducta". Los pilotos culpables podrían perder puntos del campeonato o ser expulsados de la competición durante un mes, según las nuevas pautas para los comisarios.
El artículo 20 del código especifica que "el uso generalizado de un lenguaje ofensivo, insultante, grosero, grosero o abusivo" constituye ahora una falta de conducta. Y las sanciones específicas que deben cumplir los comisarios deportivos cuando se trate de un caso de un competidor que sea declarado culpable de una infracción de este tipo son significativas.
Costosas multas y pérdida de puntos
La primera infracción será sancionada con una multa de 8.450 libras esterlinas (10.000 euros), que aumentará a 16.900 libras esterlinas (20.000 euros) por la segunda y a 25.350 libras esterlinas (30.000 euros) por la tercera vez que se declare culpable a un piloto. Pero en la F1, esas cifras se cuadruplican, lo que supone una multa de más de 100.000 libras esterlinas (118.500 euros) por la tercera infracción por insultos en un periodo de dos años.
Pero también hay sanciones deportivas que tienen una importancia aún mayor. La sanción por una primera infracción se limita a una multa, pero la reincidencia conlleva una suspensión condicional de un mes. Y una tercera infracción no sólo conllevaría la expulsión, sino que los comisarios ahora también tienen el poder de descontar una cantidad no especificada de puntos del Campeonato Mundial al infractor.
"No creo que debamos decir malas palabras en esas situaciones, y creo que somos lo suficientemente mayores y cuerdos como para saber qué decir y qué no decir. Para mí, eso es solo una cuestión de educación y modales", afirmó Carlos Sainz sobre este asunto.
Ahora, como director del sindicato tendrá que lidiar con unos pilotos cada vez más enfrentados con la FIA. Una labor que no se antoja fácil.