El estadio que caza prófugos de la Justicia, desde pedófilos a traficantes y asesinos
El estadio del Palmeiras, el Allianz Parque de Sao Paulo, es un fortín gracias a un sistema de reconocimiento facial que, además de facilitar el ingreso de los aficionados y de haber acabado con los reventas, ayuda a detener a prófugos buscados por la Justicia brasileña. Ya van 184 fugitivos detenidos.
Implementado en 2023 por la empresa danesa NewC Sport, con la tecnología de la «startup» Bepass, las entradas de papel han desaparecido porque el acceso es ahora con el rostro de cada hincha, sea local o visitante. Todos tienen que pasar por alguno de los 99 tornos del estadio. Fue un proyecto pionero, ya que el Palmeiras está considerado el primer club en el mundo en instalar el sistema de reconocimiento facial en todos los accesos del estadio. Casi dos años después, el mercado negro de venta de entradas ha desaparecido, el club tiene total dominio de quién está dentro del estadio y los aficionados albiverdes entran mucho más rápido, sin aglomeraciones. Según datos del Palmeiras, el tiempo medio de ingreso al recinto se ha reducido de nueve a tres segundos.
La idea de instalar el reconocimiento facial surgió ante la necesidad de acabar con la mafia de la reventa. Buscaron fijarse en las experiencias de otros clubes, pero no encontraron nada. Nadie tenía el cien por cien de sus accesos con la biometría facial como único sistema. Lo pusieron en marcha por su cuenta y riesgo, y funcionó. Mikkel Skou, CEO de NewC Sport, explica que el proceso es sencillo. Basta con registrarse en la plataforma de compra del club e introducir los datos personales. Inmediatamente después, el usuario recibe un enlace para hacerse una foto de su rostro y ya puede realizar la compra. Los hinchas visitantes también tienen que registrarse, incluso los de equipos extranjeros. «Tuvimos muchos beneficios y ventajas que, confieso, no esperábamos. Y una de ellas es la seguridad (...). Nosotros sabemos exactamente quién está sentado en cada asiento», afirma a EFE Oswaldo Basile, responsable del departamento de Auditoría Interna del Palmeiras.
El sistema permite analizar los datos con anticipación y negar la entrada «a ciertos individuos que han hecho algo directamente para perjudicar al club», es decir, que ya están fichados, explica Skou. El Palmeiras comparte los datos de los aficionados que compran entradas con los registros de la Federación Paulista y de la Secretaría de Seguridad de Sao Paulo, con la que colaboran a través del programa «Muralla Paulista». Las autoridades cotejan cada perfil con bases municipales, regionales y federales, y alertan al Palmeiras de aquellos que tienen cuentas pendientes con la Justicia. Si alguien es un prófugo, el torno bloquea su ingreso y se activa la Policía, que lo traslada a la comisaría. «Ya tuvimos casos de pedófilos, traficantes internacionales de drogas, fugitivos buscados por asesinato...», enumera Basile. Poco antes del partido del Campeonato Paulista entre Palmeiras y Botafogo, el club pudo identificar a tres personas que no habían pagado la pensión alimenticia de sus hijos.
Esta alianza ha permitido la captura de al menos 184 fugitivos y la fiscalización de 1,1 millones de hinchas. Este sistema ya ha sido estudiado por otros equipos para implantarlo.