Alcaraz confiesa cuál ha sido el momento más difícil de su carrera: “No sabía lo que iba a pasar”
Carlos Alcaraz está en Puerto Rico, donde va a jugar un partido de exhibición contra Frances Tiafoe, antes de la próxima cita oficial, el primer Masters 1.000 de la temporada: Indian Wells, donde el murciano defiende título.
El número tres del mundo dio una entrevista en “Molusco TV” en la que repasa algunos de los momentos de su todavía corta carrera. Uno de ellos es la final de los Juegos Olímpicos, en la que perdió contra Novak Djokovic. Le costó unas lágrimas porque al principio se sentía decepcionado y que había fallado al público español, pero admitió que no tardó en reflexionar y darle valor a la plata.
La lesión en el antebrazo
Ese no ha sido el peor momento que ha vivido. Cuando le preguntaron por él, su cabeza fue a una lesión, la que sufrió el año pasado. “Cuando me lesioné del antebrazo. Me tuve que perder varios torneos que me hacía ilusión jugar, especialmente uno en mi país [el Conde de Godó, en Barcelona]. Tenía muchísimas dudas de si iba a volver a sentirme bien, a golpear la bola con normalidad. Los médicos me decían que en dos semanas podría golpear la bola con normalidad, pasaban las dos semanas y otra vez me molestaba, me dolía. Eso me generaba la duda de no saber cuándo iba a volver, o si iba a volver a golpear la derecha con normalidad. Y había torneos superimportantes a la vista. Me recuperé más o menos, jugué en Madrid, que es muy especial para mí, me volvió a doler y me perdí otro par de citas y llegué a un Grand Slam [Roland Garros] sin saber lo que iba a pasar. Fue un mes y medio de incertidumbre en el que me tuve que perder mucho”, confesó. Durante mucho tiempo estuvo jugando con una protección en la zona y se notaba que, sobre todo la derecha, no la aceleraba del todo. Eso sí, el final fue feliz, porque ganó Roland Garros por primera vez, y a continuación su segundo Wimbledon.
“No me recuperaba, me generaba dudas, no sé qué hacer. Era algo nuevo para mí, estaba haciendo todo perfecto y no mejoraba, y decía: 'No sé qué hacer'. No sé si esperar, tener paciencia... Me generó mucha inquietud”, insistió sobre el tema.
Otro momento interesante es cuando habla de su hermano pequeño, Jaime, que con 14 años también intentará ser tenista profesional.
“Él está ahora viajando a nivel nacional, jugando torneos, y me preocupa que la gente lo atosigue mucho por ser el hermano de Carlos Alcaraz. No me gusta que la gente le pueda llegar a presionar de esa manera, los medios, alguna vez he tenido que salir a decir que no pongan tantas expectativas, tiene 14 años todavía, es muy joven, muy pequeño para decir “es el nuevo Carlos Alcaraz”, “se parece mucho a su hermano”. Es complicado que a un chico de 14 años le generes esas expectativas. Afortunadamente él va genial, estoy orgulloso de él. Estoy poco tiempo en casa, voy para un lado y para otro, pero el tiempo que estoy intento animarlo”, desvela Carlos.