¿Puedo echar a un inquilino moroso con hijos?
Vivir de alquiler es la realidad de cada vez más españoles en nuestro país, por tanto, a la vez que el número de inquilinos aumenta también lo hace el de caseros. La relación entre ambas partes puede ser excelente, pero, en ocasiones, el alquiler de una vivienda puede, de igual forma, generar conflictos, sobre todo si se incumplen algunas de las obligaciones pactadas en el contrato. En el caso de que el arrendatario deje de pagar la renta o cause desperfectos en el inmueble, ambos serán motivos suficientes para que el propietario pueda echarle del piso y dar por finalizado el contrato. Pero, ¿qué ocurre cuando el inquilino tiene hijos?
El primer paso cuando se produce el impago del alquiler -independientemente de si el moroso tiene hijos o no- es enviar un requerimiento de pago vía burofax especificando el importe y el plazo para abonar la deuda. En el caso de que, pasados 30 días desde la comunicación, el casero siga sin pagar, se deberá interponer una demanda de desahucio.
"En principio, no debe influir que los ocupantes sean familias con niños. En la práctica, no obstante, cuando el juzgado dicta la resolución judicial, se le hace saber al arrendatario que tiene la posibilidad de acudir a los servicios sociales. Posteriormente, cuando el proceso finaliza y llega el momento de abandonar la vivienda, si hay menores se complica; tienen que acudir los servicios sociales, dotarlos de alojamiento, etc.", explica el director de Acounsel Abogados, César García.
Si el inquilino tiene hijos menores a su cargo y carece de ingresos suficientes, estará en situación de vulnerabilidad económica, lo que podrá paralizar el desalojo. Y es que, en este caso, el moroso podrá solicitar la suspensión extraordinaria del desahucio y se parará temporalmente hasta el 31 de diciembre de 2025. Sin embargo, aseguran desde el portal inmobiliario Idealista que, en el caso en el que sí se produzca el desahucio de esta persona, los servicios sociales cuentan con un mes para poner a su disposición las ayudas necesarias y ubicar a los niños para evitar que estos queden desprotegidos (el plazo será de tres meses si el arrendador es una persona jurídica).
Proceso para desalojar a un inquilino con niños
Este proceso de desahucio comienza con una demanda de juicio verbal a la que el inquilino podrá oponerse o no. Si el arrendatario acepta presentarse y el juicio se celebra, el juez dictará sentencia; y, en caso contrario, decreto de archivo.
En el caso de que el propietario obtenga un veredicto favorable, el inquilino estará obligado a desalojar la vivienda y "se llegará al lanzamiento, momento en el que el arrendador vuelve a tener posesión de su propiedad", tal y como explica el portal inmobiliario. Si aún así, el arrendatario no abandona el inmueble, se podrá realizar un lanzamiento o desalojo forzoso.
El desalojo podrá retrasarse en ciertos casos hasta julio si la fecha está cerca del final del curso escolar para evitar afectar a los niños en su educación, siempre y cuando el arrendatario lo solicite, señalan.
El desahucio de un inquilino moroso con hijos puede tardar de media en España entre ocho meses y más de un año, ya que dependerá de la carga de trabajo del juzgado y de los servicios sociales.