La "Araña" Julián Álvarez mantiene al Atlético en la pelea
En medio de una euforia controlada, provocada por la locura de partido vivido en Copa frente al Barca, el Atleti sigue con paso firme su travesía por este calendario cargado de partidos y rivales complicados. La víctima en esta ocasión, fue un Athletic de Bilbao que pretendía sumarse a la pelea por el título con los tres de arriba, pero que fue víctima del delantero más en forma de la Liga actualmente, Julián Álvarez. La «Araña», que dio una lección de sacrificio, efectividad y calidad en Montjuïc entre semana, empezó el partido frente a los «leones» en el banquillo para dejar el puesto de titular a Sorloth, pero al argentino le bastó con entrar a media hora del final para, en la primera ocasión que tuvo, enviar el balón al fondo de la red, dejando los tres puntos en el Metropolitano y haciendo posible que los colchoneros durmieran líderes, gracias a la victoria del Betis ante el Real Madrid.
El partido fue entretenido y los de Ernesto Valverde merecieron más, pero un buen Oblak y los palos, que el sábado iban vestidos de rojiblanco, dejaron una gran sensación entre los valientes que fueron al estadio bajo la lluvia y el frío que reinaba en la capital de España.
Una afición que ya tiene puesta la mirada en el derbi de Champions League del martes, donde el objetivo viene siendo el mismo que en Copa del Rey: dejar la eliminatoria abierta para decidirla como local en la vuelta. Los dos empates precedentes de esta temporada y la cercanía en la tabla en Liga con el eterno rival, dejan patente que la igualdad es máxima y que los detalles inclinarán la balanza. Simeone tiene, como ya demostró hace quince días en el Bernabéu, una obsesión por evitar que los de Ancelotti puedan tener espacio para correr a la espalda de los centrales, por lo que el planteamiento de tener las líneas juntas en bloque bajo, incluso teniendo a tus mejores hombres lejos de Courtois, parece evidente. En un choque tan igualado, conviene cruzar los dedos para que el protagonista no sea el que no debe, en este caso del francés Turpin, aunque los antecedentes no ayudan.