Luis Suárez dijo adiós a la Selección Uruguaya de Fútbol en el Estadio Centenario
En un emotivo acto celebrado en el Estadio Centenario, Luis Suárez se despidió oficialmente de la selección uruguaya de fútbol. Durante el homenaje, el delantero de 37 años expresó su gratitud hacia los hinchas uruguayos y recordó momentos clave de su trayectoria con la Celeste. «Uruguay es más grande que cualquier jugador o entrenador», afirmó Suárez.
Palabras de agradecimiento y recuerdos del pasado
Suárez comenzó su discurso agradeciendo el apoyo incondicional de los uruguayos desde que debutó en 2007. «No tengo palabras de agradecimiento a cada uno de los uruguayos», dijo, haciendo hincapié en la importancia del respaldo recibido durante los momentos difíciles que enfrentó la selección.
El atacante rememoró la difícil etapa de clasificación al Mundial, donde casi quedaron eliminados. Destacó la determinación de sus compañeros: «Ese grupo me marcó mucho por ser un grupo sano, en el que todos íbamos por el mismo camino». Resaltó que, a pesar de jugar en grandes equipos, la ilusión común era llegar al Mundial.
Superación de adversidades y apoyo entre compañeros
Suárez no dejó de mencionar las adversidades personales que enfrentó, como su lesión previa al Mundial 2014. Agradeció al fallecido fisioterapeuta Walter Ferreira: “si no fuera por el Negrito… no hubiese llegado”. Además, reconoció la importancia del director técnico Óscar Tabárez, «el Maestro», en su carrera y la gestión del cuerpo técnico con los jugadores.
El delantero también rindió homenaje a sus compañeros de equipo, mencionando figuras como Sebastián Abreu, Diego Forlán, Diego Lugano, y Diego Godín. Cada uno de ellos, según Suárez, jugó un papel crucial en su vida profesional y personal, ayudándolo en momentos clave de su carrera.
Legado y pensamientos para el futuro de la Celeste
Mientras expresaba su gratitud, Suárez reflexionó sobre el legado que deja en la selección y el futuro de la misma. «Uruguay es más grande que cualquier jugador», reiteró, subrayando su deseo de que los nuevos integrantes lleven el equipo adelante con el mismo espíritu que demostraron en el pasado.
Finalmente, cerró su discurso convirtiéndose un hincha más del equipo. Con estas palabras, Suárez no solo se despidió, sino que también delegó la responsabilidad de continuar su legado a la próxima generación de futbolistas uruguayos.