“Niño Guerrero”, cabecilla del Tren de Aragua, ahora es buscado por la justicia de EE.UU.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 12 millones de dólares por información que conduzca al arresto de los líderes del Tren de Aragua. Entre los principales objetivos se encuentran Giovanny San Vicente, Yohan José Romero y Héctor Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”.
La embajada de Estados Unidos en Colombia anunció el jueves 11 de julio un programa de recompensa de 12 millones de dólares por la captura de tres de los líderes de la organización criminal Tren de Aragua, fundada en Venezuela y que en la actualidad se ha expandido a casi todos los países del continente americano.
“Los criminales siempre buscan dónde refugiarse, y las policías de América Latina tenemos operaciones de cooperación internacional para capturar los sujetos estén donde estén, pero todavía no tenemos información de si estos cabecillas están en Colombia”, dijo el director de la Policía colombiana, el general William Salamanca, durante una rueda de prensa junto con el embajador estadounidense en ese país, Francisco Palmieri.
Los tres cabecillas que ahora son el principal objetivo de la justicia estadounidense son Giovanny San Vicente, conocido como Giovanny; Yohan José Romero, conocido como Johan Petrica; y Héctor Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero ” . Se han ofrecido recompensas de tres, cuatro y cinco millones de dólares respectivamente por información que conduzca a su captura. Guerrero escapó el año pasado de la cárcel de Tocorón, ubicada en el estado central de Aragua, desde donde dirigía sus operaciones.
Precisamente, “Niño Guerrero” ha sido responsable de ampliar la red delictiva más allá de las fronteras de Venezuela, extendiéndose a otras partes de Sudamérica y Centroamérica, e incluso llegando a Estados Unidos. En menos de tres años, el Tren de Aragua ha logrado dominar las extorsiones en aproximadamente nueve distritos y diez regiones de Perú.
El “Niño Guerrero” también es buscado en el Perú
El líder supremo de la banda criminal también está siendo buscado por el gobierno peruano debido a sus vínculos con actividades delictivas violentas y su implicación en la explotación sexual. El Ministerio del Interior ofrece una recompensa de S/ 500.000 por información que lleve a la captura de Guerrero. Se estima que él recibía al menos 4.5 millones de soles mensuales a través de por lo menos cuatro facciones de la organización presentes en el Perú.
Como se recuerda, en septiembre de 2023, la prensa nacional alertó sobre la presencia de Rusthenford Guerrero en territorio peruano. Durante ese mes, al menos 11,000 agentes de seguridad de Venezuela llevaron a cabo una operación en el penal de Tocorón, en el estado de Aragua, y se descubrió que Guerrero había escapado del lugar.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) han clasificado al Tren de Aragua como una organización criminal significativa bajo la Orden Ejecutiva 13581, modificada por la E.O. 13863. Esta designación tiene como objetivo desmantelar la estructura financiera y operativa del grupo.
La Policía Nacional de Colombia (CNP) y otras agencias internacionales han realizado múltiples arrestos de líderes del Tren de Aragua. Salomón Fernández Torres y Larry Alvarez Nuñez, alias “Larry Changa”, fueron detenidos en Bogotá y Soacha.
Las finanzas del Tren de Aragua en el Perú que investiga la Fiscalía
El Ministerio Público de Perú ha anunciado que está investigando las finanzas de los miembros detenidos del Tren de Aragua para determinar el monto exacto del dinero transferido al extranjero. Las versiones preliminares indican que se han enviado sumas significativas a estos líderes, lo cual refleja un esquema criminal robusto y bien organizado.
La expansión del Tren de Aragua y su capacidad para operar en múltiples países enfatizan la necesidad de una colaboración internacional continua para combatir estas redes delictivas. Las autoridades colombianas y estadounidenses señalan que las operaciones recientes han debilitado la estructura, pero reconocen que aún queda trabajo por hacer para erradicar completamente la amenaza que representan.