La misteriosa formación rocosa con aspecto de ojo que emergió del hielo en Noruega hace 16.000 años
En medio de un terreno rocoso frente al mar, en la costa noroeste de Noruega, se extiende una formación natural cuya apariencia —vista desde arriba— se asemeja al ojo de un reptil. Tiene 1,5 metros de ancho, según National Geographic. Su aspecto místico ha impresionado a diversos fotógrafos que han compartido fascinantes capturas del paisaje en internet.
El ‘Ojo del Dragón’, como se le conoce, está ubicado en la playa de Uttakleiv, en las islas Lofoten, al norte del país de los vikingos. Sus colores cambian con el paso del tiempo y las variaciones del clima. ¿Qué es exactamente esta formación geológica considerada una maravilla de la naturaleza?
¿Qué es el Ojo del Dragón?
"El Ojo del Dragón es una formación natural que muy probablemente se originó debajo de la gran capa de hielo de Fennoscandia, posiblemente durante la última edad de hielo”, explicó Francis Chantel Nixon, profesor de geografía y geología en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, al portal especializado LiveScience. El experto indica que este tipo de relieve es una especie de bache denominado ‘forma P’.
En geología, una forma P es una estructura erosiva en roca sólida formada por la acción de glaciares. Según la Asociación Internacional de Geomorfología, estas formas son alargadas y a menudo presentan superficies lisas que fueron creadas por la presión y abrasión del hielo y el agua que fluye debajo del glaciar.
"Las formas P son creadas por agua de deshielo llena de sedimentos abrasivos", afirma Nixon.
A medida que un glaciar avanza, recoge y transporta una gran cantidad de material rocoso. Este es triturado y molido por el movimiento del hielo, convirtiéndose en partículas de varios tamaños. Durante el deshielo, el agua las recoge como sedimentos abrasivos.
La acción continua del agua de deshielo cargada de sedimentos erosiona la roca, creando áreas pulidas y estriadas. Las estrías, marcas lineales dejadas por fragmentos de roca grandes y duros, raspan la superficie mientras son arrastrados por el agua. Estas marcas pueden indicar la dirección del flujo glaciar, lo que es de interés para geólogos.
¿Cómo se formó la misteriosa figura y por qué cambia de color?
El Ojo de Dragón, según Nixon, habría emergido de debajo del hielo hace 16.000 años, cuando se produjo la desglaciación en la región circundante.
Durante la última glaciación, una enorme capa de hielo cubría la región de Fennoscandia, que incluye partes de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Esta capa de hielo tenía varios kilómetros de espesor y su peso y movimiento modificaron significativamente el paisaje.
Al final de la Edad de Hielo, las temperaturas globales comenzaron a aumentar, causando que la capa congelada se derritiera y retrocediera. Este proceso de deshielo tomó miles de años y expuso lentamente el lecho de roca que había estado cubierto por el hielo durante milenios. A medida que el hielo retrocedía, dejaba al descubierto la roca subyacente.
En la región de las islas Lofoten, en Noruega, este lecho está compuesto principalmente de gneis. Este es un tipo de roca metamórfica con bandas de minerales, como cuarzo, feldespato y mica, que pueden variar en color y textura.
Cada uno de estos minerales tiene un color y una reflectividad específicos, que pueden variar ampliamente. La combinación y disposición de estos minerales crean bandas coloridas en el gneis. Por ejemplo, el feldespato puede variar del blanco al rosa, mientras que la mica puede ser negra o verde.
El movimiento de la capa de hielo expuso el gneis y también creó diversas características en el lecho de roca, como hoyos y depresiones. El Ojo de Dragón es uno de estos hoyos y resalta por las bandas minerales coloridas que lo componen. Así se crea el patrón que se asemeja a un ojo. Los colores cambian según la luz y las condiciones climáticas, lo que produce la apariencia mística.