Familias gazatíes acuden a vacunar a sus niños contra la polio a pesar del temor a la violencia
Ghadir Hajji acudió a una clínica de la Franja de Gaza el domingo con la esperanza de que sus cinco hijos estuvieran entre los primeros en vacunarse contra la polio, enfermedad que ha resurgido en el territorio palestino devastado por la guerra.
Gaza registró su primer caso de polio en 25 años en un bebé de diez meses a mediados de agosto, un nuevo peligro en el territorio bombardeado desde el letal ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre.
"Es absolutamente necesario que se les vacune", declaró a AFP Ghadir Hajji, mientras la familia esperaba en la cola de vacunación en la clínica del campo de refugiados de Al Zawayda, en el centro.
"Recibimos un mensaje de texto del Ministerio de Salud y vinimos enseguida", explicó.
Como ella, miles de gazatíes acudieron a vacunar a sus hijos a pesar de las preocupaciones por su seguridad personal y los rumores de que la vacuna no sería segura ni efectiva.
El virus de la polio es altamente contagioso y con frecuencia se propaga a través de aguas residuales y contaminadas, un problema creciente en Gaza donde muchas de las infraestructuras del enclave han quedado destruidas por la guerra.
La enfermedad afecta principalmente a niños menores de cinco años, puede provocar deformidades y parálisis y es potencialmente letal.
Vacunar a más de 640.000 niños
En una clínica de Deir al Balah, en el centro de la Franja, cerca de 2.000 niños fueron vacunados el domingo, indicó Louise Wateridge, portavoz de la UNRWA, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos.
La agencia tiene equipos móviles que van de tienda en tienda para administrar dos gotas a cada niño, que constituyen la primera dosis de la vacuna contra la polio, antes de marcar con tinta uno de sus dedos para certificar su paso.
Las primeras dosis fueron administradas el sábado a un número no especificado de niños en Jan Yunis, en el sur, antes de la administración a gran escala del domingo.
La campaña busca vacunar a más de 640.000 niños de menos de diez años y la ONU ya dejó entrar en Gaza 1,2 millones de dosis de la vacuna nOPV2.
El Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, estableció 67 centros de vacunación --principalmente hospitales, pequeños centros de salud y escuelas-- en el centro de Gaza, 59 en el sur y 33 en el norte.
La segunda dosis debe administrarse cuatro semanas después de la primera.
Si al menos el 90% de los niños gazatíes recibe las dosis, la propagación se detendrá, según la ONU.
El jueves, la ONU anunció que Israel aceptó una serie de "pausas humanitarias" de tres días en áreas del norte, del sur y del centro para facilitar la campaña de vacunación.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió no obstante en que estas pausas no equivalían a ningún tipo de alto el fuego en la guerra entre Hamás y el ejército israelí en Gaza.
"Uno de los días más felices"
"Hay muchos drones sobrevolando el centro de la Franja de Gaza y esperábamos que esta campaña de vacunación para los niños fuese tranquila", declaró el domingo Yasser Shaaban, director médico del hospital Al Awda.
Desde las 09H00 comenzó a recibir a familias impacientes de vacunar a sus hijos en los tres puntos que gestiona.
Para Louise Wateridge, que registró "miles de niños vacunados" y "varias colas que llegan hasta los aparcamientos" de los hospitales, es "uno de los días más felices en Gaza desde el inicio de la guerra".
Pero "ahora tememos lo que pasará después de la 'pausa'" humanitaria, declaró.
La guerra en Gaza, que sumió a los 2,4 millones de habitantes de ese territorio en una situación humanitaria catastrófica, se desencadenó el 7 de octubre.
Ese día, milicianos islamistas mataron a 1.199 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes.
También secuestraron a 251 personas, de las cuales 103 continúan cautivas en Gaza, incluidas 33 que los militares israelíes declararon muertas.
En respuesta, Israel lanzó una vasta ofensiva de represalia que ya ha dejado 40.738 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio.
Basma al Bach, una madre palestina que se desplazó para vacunar a sus hijos, contó el domingo que estaba "muy feliz".
"Quiero proteger a mis hijos. Tenía miedo de que enfermaran y quedaran discapacitados", afirmó.