Perú importó 4.741 toneladas de carne vacuna brasileña: ¿qué oportunidades ofrece este mercado?
En los primeros siete meses del año, la exportación de carne vacuna brasileña al mercado peruano registró un incremento interanual de 42,3%, totalizando los US$13.896 millones; y respecto al volumen, el aumento fue del 28%, ingresando 4.741 toneladas, según información de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carnes (Abiec).
En el marco del último Salón Internacional de Proteína Animal (SIAVS 2024), desde Abiec detallaron que la producción de carne brasileña asciende a 10,619 millones de toneladas, ocupando el 13,8% del mercado global —apenas superado por Estados Unidos, que concentra el 16%—.
Mientras que, en la avícola, al 2023 produjo 14,8 millones de toneladas y es el segundo mayor productor del mundo (14,6% del global) y en la porcina, 5,1 millones de toneladas, el cuarto más grande a nivel global (4,4%).
Brasil exporta a más de 150 países, entre ellos Perú, mas no figura nuestro mercado como uno de sus principales destinos. “Perú no está entre los 10 más grandes (mercados importadores de carne brasileña)”, comentó a La República, Ricardo Santin, presidente de la Asociación Brasilera de Proteínas Animales (ABPA).
El escenario puede mejorar. En datos de Sunat, al 2023 Brasil fue el tercer país importador de carne porcina en Perú (11,3%), con 1.831 toneladas. Uno de los factores detrás del acotado ingreso de carne importada es que, solo en cerdo, el consumo peruano se explica en 92% por producción nacional y 8% en importaciones.
Santin se mantiene entusiasta sobre el vínculo comercial con Perú, más aún con la inminente apertura del Megapuerto de Chancay en noviembre próximo. “Chancay va a jugar un rol fundamental para fortalecer las relaciones en Perú, ya que desde Brasil se quiere hacer la ruta bioceánica y trasandina para comunicarnos con los puertos”, anotó.
El representante de la ABPA recalcó que Brasil ofrece un valor agregado distinto —lo que la catapulta a la cima del mundo— como la diversificación energética al apostar por la solar y eólica, así como la abundancia de granos y masiva disponibilidad de agua; ello sumado al uso de transgénicos en la crianza.
A diferencia de Perú, Brasil desde hace años emplea semillas modificadas genéticamente en la crianza de aves, vacas y cerdos. Santin respeta que Perú limite el uso de transgénicos pero recomienda “respetar lo que dice la ciencia”. “Los transgénicos fueron bien manejados. Tenemos una producción que creció por demasiado de soya y de maíz. Esto ha posibilitado también que tenemos un buen número de producción acá”, concluyó.