Cuatro ministros a la olla, por Mirko Lauer
Un extraño cambio de ministros. No parece impulsado por la ineficiencia en el cargo, pues otros hubieran caído. La sensación es que Dina Boluarte necesitaba una movida de este tipo para distraer de los problemas político-personales que se le están acumulando. Digamos que es un cambio impulsado por una vanidad presidencial.
¿Es coincidencia que los cuatro despedidos tengan un buen perfil, incluidos los de Javier González-Olaechea o Hania Pérez de Cuéllar? No realmente. Los eficaces tienden a ser algo más independientes, mientras que los chambones participan de los sometimientos a la patota boluartista. Digamos que era preciso mantener en su sitio al gabinete.
Pero hay un misterio. El canciller y la titular de Vivienda entregaron cartas de renuncia que sugieren un aviso de último minuto. ¿Por qué la intempestiva decisión de despedir? Se nota en las dos cartas y en los reemplazos elegidos para los cuatro, varios de ellos sorprendentemente desconocidos, algo así como ministros de última hora.
No es un misterio que Boluarte se ha privado de despedir a algunos de los ministros más aproblemados, como los del Interior (Siucho, Cerrón) y Minem (Petroperú, Tía María). Con eso ha reforzado el círculo de sus más firmes seguidores, y ha mantenido semiocultos los anticuchos más notorios que se le atribuyen en medios y redes.
Los temas de Boluarte hoy: el carro presidencial (a) cofre, prestado a Vladimir Cerrón como si fuera un Rolex, las conversaciones de Juan Santiváñez con el capitán Culebra para descontar cuerpos policiales enteros, las amenazas al periodismo, las peleas con la fiscalía. Una zona donde definitivamente hay más.
Uno hubiera pensado que una presidenta con el apoyo de los dos principales partidos del Congreso no necesitaría un golpe de mano como el que ella acaba de producir. Pero se trata de defender al hermano, al que esos partidos dejarían caer sin el menor problema. Nada puede disimular que Boluarte está supeditada a Fuerza Popular y Alianza para el Progreso.
El cambio más importante realizado es el de Torre Tagle. El nuevo ministro es un prestigioso funcionario de carrera, que no va a competir con el Club Boluarte en el gabinete, como sí fue el caso con González-Olaechea. Elmer Schialer dice cosas diferentes de las de su antecesor, pero en el fondo va a hacer lo mismo.
Con lo que acaba de suceder, es casi seguro que Joe Biden no acudirá a la cita de APEC en el Perú.