Tala, la niña que murió con sus patines rosas en un ataque israelí en Gaza
Al principio Husam Salah Abu Ajwa no quería, pero finalmente dejó que su hija Tala saliera a jugar con sus patines rosas alrededor de su casa en Ciudad de Gaza. Dos minutos después sonó un estruendo. Era el bombardeo que la mató.
"Me suplicaba y me decía: 'Por favor, papá, déjame salir'. Me sentí mal porque quería jugar con las chicas" del vecindario, dijo Husam a AFP después del bombardeo del martes.
Al escuchar la detonación, el padre salió corriendo a la calle. "Cuando llegué al piso que había sido bombardeado, me la encontré entre los escombros", explicó.
"La reconocí por sus patines, lo único que era visible".
Los detalles del bombardeo todavía no se han esclarecido.
En las redes sociales, se ha viralizado la imagen de la niña de 10 años, con sus patines de ruedas rosas y cintas de velcro blancas sobresaliendo por debajo de la ropa blanca que cubre su cadáver.
Los desplazamientos masivos causados por la guerra y la destrucción de escuelas han privado a los niños de la Franja de Gaza de opciones para el recreo.
Más del 70% de las escuelas operadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) han sido destruidas o dañadas, dijo en X el jefe de este organismo, Philippe Lazzarini.
"Cuanto más tiempo pasan los niños fuera de la escuela, más alto es el riesgo de una generación perdida, que alimente el resentimiento y el extremismo", afirmó.
"Sin un alto el fuego, los niños probablemente caigan presos de la explotación, incluyendo el trabajo infantil o el reclutamiento en grupos armados", agregó.
"No queremos guerra, mamá"
Para Tala, el problema era más básico: simplemente no quería sentirse encerrada en casa todo el tiempo, explica Husam.
"Era alegre y siempre le gustó reír. Le encantaba salir de casa", recuerda.
"Tenía muchos sueños. Siempre me pedía muchas cosas y yo respondía a sus necesidades. Me dijo: 'Quiero un par de patines', así que se los compré", continúa.
La guerra en Gaza estalló con el ataque de Hamás en el sur de Israel del 7 de octubre que resultó en la muerte de 1.205 personas, entre ellos rehenes fallecidos en cautividad, según un balance de AFP basado en datos oficiales de Israel.
De los 251 secuestrados inicialmente por los milicianos palestinos en el ataque, 97 de ellos siguen en Gaza, aunque el ejército israelí da a 33 de ellos por muertos.
La campaña militar de Israel contra la Franja ha matado al menos a 40.878 personas, según el Ministerio de Salud de este territorio controlado por Hamás. La oficina de derechos humanos de la ONU señala que la mayoría son mujeres y niños.
Desde el estallido de la operación militar, Husam apenas dejaba a Tala y sus hermanos salir a la calle.
"Solía decirme: '¿Por qué no vivimos como todos los otros niños del mundo? Me gustaría que tuviéramos una vida en paz. No queremos guerras, mamá. Ya he tenido bastante guerra", recuerda su madre, Um Tala.
"Era una de las mejores alumnas y siempre sobresalía, era muy inteligente. Solía decirme: 'Me gustaría poder ir al parque y jugar'. Pero está muerta, y también lo están sus deseos".