Carlincatura de hoy sábado 5 de octubre de 2024
A pesar de la recuperación de la confianza empresarial, para este año la inversión privada anotará un rebote muy limitado —considerando que en 2022 y 2023 retrocedió 0,5% y 7,3%, respectivamente.
Según cálculos del BBVA Research, la inversión privada anotará un avance de 0,8% este 2024. Es la lectura más conservadora sobre el rubro que abarca el 80% del total de inversiones en el país. Para el Instituto Peruano de Economía (IPE), variará 1,6%; mientras que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), espera una tasa de 2,3%.
¿Realmente hay optimismo?
La última encuesta de expectativas macroeconómicas empresariales del BCRP revela que todos los indicadores a corto y largo plazo —entiéndase, a 3 y 12 meses— son optimistas. Vale añadir que para el ente emisor si un indicador supera los 50 puntos ya abandonó el tramo pesimista.
De esa manera, vemos que las proyecciones sobre el devenir de la economía, el sector, situación de empresa, demanda, contratación de personal e inversión están en azul, mas no impactan en el crecimiento de la inversión privada.
“Todavía no vemos que (la inversión privada) se esté levantando de manera importante”, anotó Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research.
Tras el reciente informe Situación Perú de dicha entidad, Perea señaló que el aumento de la inseguridad ciudadana y la extensión de las economías ilegales atentan contra la recuperación de la economía peruana.
De esa manera, Perea argumentó que el repunte de la delincuencia “retrae la inversión”. Para muestra, un botón: en el apartado de inversión de empresa en la encuesta del BCRP hubo un retroceso de 61,7 puntos a 58,5 entre agosto y setiembre a 12 meses. Lo mismo en contratación de personal (de 59,1 pts a 57,9) y en situación de empresa (62,7 ptos a 61,9). En el corto plazo también hay leves retrocesos. Para el BCRP, este escenario es una “moderación de las expectativas”.
Aparte, la recuperación de las expectativas no se traduce inmediatamente en las cifras de inversión privada porque “las decisiones de inversión se presupuestan a inicio de año”.
Perea expuso que otro de los factores que pueden mermar la capacidad de crecimiento es el debilitamiento de las finanzas públicas. Este año la regla fiscal se romperá también: estiman que sea un déficit de 3,4% del PBI. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) apunta a 2,8%. Dicho escenario “compromete la calificación crediticia soberana” en futuros reportes de Fitch, S&P o Moody’s.
Mypes abandonan la formalidad
Tal como ha informado La República, esta mejora de las perspectivas no es compartida por las mypes, las que representan el 99% del tejido empresarial peruano. Desde Mypes Unidas aseguran que las grandes empresas son las que “le dan peso” a los números mostrados por el BCRP.
En más de una ocasión han exigido la destitución de Sergio González como ministro de la Producción, ya que las mypes no encuentran un punto medio para recuperar su capital tras los embates de la pandemia y recesión. Programas como Compras a Myperú e Impulso no han llegado a los negocios que lo necesitan.
En un reciente informe del Centro de Estudios de la Mype, cuentan que en los primeros seis meses de este año 119.598 mypes dejaron de ser formales —basándose en data de Sunat—. “El Gobierno no quiere darse cuenta de la gravedad de estas cifras y el impacto en el empleo y en el aumento de la pobreza”, comentaron desde la Cemype en X (antes Twitter).
PBI lejos del potencial
De otro lado, el BBVA Research proyecta que el PBI crezca alrededor de 2,7% entre 2026 y 2029. Advirtieron que la economía peruana no ha retornado a su tendencia previa al coronavirus y la constante inestabilidad política han mermado su potencial.
¿Por qué el deterioro? Perea resumió que la tendencia de crecimiento económico se ve afectada por la debilidad institucional: al no garantizarse la protección de los derechos de propiedad, seguridad, sistema judicial confiable y gobierno honesto, entre otros, habrá una baja calidad de políticas públicas, la inversión se inhibe y por ende, menor tasa de avance del PBI.
No todo es gris. Hay oportunidades en sectores como la minería —en específico la reconversión energética o proyectos como Zafranal, Chavimochic III y reposición Antamina— y el desarrollo de infraestructura —como los puertos.