Renunció a su puesto de gerente para fundar su empresa, pero quebró: hoy es dueño de Koplast, líder en rubro industrial en Perú
De un fracaso inicial a una resiliencia sin límites, la trayectoria de un empresario se define no solo por los éxitos, sino también por las adversidades superadas. Con el primer negocio en quiebra y sin un sol en el bolsillo, la desesperanza parecía ser el único horizonte visible, pero el apoyo constante y una visión clara marcaron el camino hacia una recuperación notable. Esta es la historia del peruano Jesús Salazar Nishi y su empresa Koplast, que hoy lidera el sector industrial en Perú. ¿Cómo logró un emprendedor convertir una experiencia cercana al abismo en un triunfo empresarial tan significativo?
¿Cómo enfrentó Jesús Salazar Nishi los desafíos iniciales de su carrera empresarial?
Tras renunciar a su cómodo puesto de gerente, Salazar Nishi cuenta en una entrevista para Gurú Motivacion - Historias que inspiran que se embarcó en la aventura de fundar su propia empresa, motivado por el deseo de independencia y control sobre su futuro profesional. Sin embargo, este sueño pronto se encontró con la dura realidad del mundo empresarial. La primera empresa del peruano no logró sostenerse financieramente, lo cual lo llevó a enfrentar una quiebra que puso en riesgo todo por lo que había trabajado.
En este periodo crítico, la determinación y la capacidad para enfrentar adversidades fueron cruciales. Salazar Nishi se vio obligado a reconsiderar sus estrategias y su enfoque hacia el negocio. A pesar de las dificultades, su resolución para aprender de los errores y adaptarse a las nuevas circunstancias le permitió sentar las bases para lo que eventualmente se convertiría en Koplast. De esta forma mostró que incluso los momentos más difíciles pueden ser precursores de un futuro éxito.
¿Qué rol jugó el apoyo familiar en la recuperación tras la quiebra?
En los momentos más oscuros de su carrera, cuando la quiebra parecía haberle cerrado todas las puertas, Jesús Salazar Nishi encontró en su familia un soporte inquebrantable. Su esposa, en particular, fue una figura clave, ya que le proporcionó no solo apoyo emocional sino también motivación práctica. "Me levantaba cada mañana, me sacaba mi terno y me mandaba a la calle diciéndome: tú tienes que trabajar", recuerda el líder de Koplast sobre esos días críticos.
Este apoyo familiar no solo lo ayudó a mantenerse en pie, sino que también fue fundamental para que pudiese reenfocar sus energías hacia la reconstrucción de su carrera. El empuje y la fe que su familia depositó en él lo animaron a iniciar de nuevo, esta vez con un plan más robusto y una visión clara que eventualmente llevaría a la fundación de Koplast. La historia de Salazar Nishi es un testimonio de cómo el apoyo de los seres queridos puede ser crucial en los tiempos de crisis, actuando como un catalizador para la superación y el éxito.
¿De qué manera logró Koplast posicionarse como líder en el sector industrial?
El ascenso de Koplast al liderazgo en el sector industrial peruano no fue producto del azar, sino resultado de estrategias meticulosamente planeadas y ejecutadas por Jesús Salazar Nishi y su equipo. Desde el comienzo, la empresa se enfocó en la calidad y la innovación tecnológica, dado que invirtió en maquinaria avanzada y en la capacitación continua de su personal. "Decidimos que si no podíamos ser los más grandes, seríamos los mejores", comenta Salazar Nishi sobre la filosofía que impulsó a la empresa desde sus inicios.
Este enfoque en la calidad pronto comenzó a dar frutos. Koplast fue una de las primeras empresas en su rubro en obtener la certificación ISO 9001, un hito que no solo mejoró su credibilidad en el mercado, sino que también abrió puertas a nuevas oportunidades comerciales tanto a nivel nacional como internacional. "El obtener la ISO no fue solo un logro, sino una declaración de nuestras capacidades", explica Salazar Nishi. Con una reputación sólida y una base de clientes en crecimiento, Koplast se consolidó rápidamente como un referente en la industria de manufactura de productos plásticos.