Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, fue hospitalizado en Washington D. C. debido a una fiebre
El expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, ha sido hospitalizado en Washington debido a una fiebre, según informó un alto asistente a NBC News. A pesar de la situación, se encuentra en buen estado de ánimo y recibiendo atención médica adecuada.
Clinton, de 78 años, fue admitido en el MedStar Georgetown University Hospital para realizarse pruebas y observación. Angel Ureña, su jefe de personal adjunto, aseguró que el exmandatario está "agradecido por la atención que está recibiendo". Un fuente cercana al expresidente indicó que la situación no es urgente y que "el expresidente estará bien".
Desde que dejó la presidencia en 2001, Clinton ha enfrentado varios problemas de salud, incluyendo una operación de bypass cuádruple en 2004 y un procedimiento cardíaco en 2010. En 2021, fue hospitalizado por una infección urológica que se extendió a su torrente sanguíneo.
Un historial de problemas de salud de Bill Clinton
Bill Clinton ha tenido un historial médico complicado desde su salida de la Casa Blanca. En 2004, se sometió a una cirugía de bypass cuádruple en el NewYork-Presbyterian Hospital, lo que marcó un punto crítico en su salud. Posteriormente, en 2010, regresó al mismo hospital para recibir tratamiento adicional, donde se le colocaron dos stents en una arteria coronaria.
En 2021, el expresidente fue hospitalizado durante seis días en California debido a una infección urológica que se complicó y afectó su sistema circulatorio. Estos episodios han generado preocupación entre sus seguidores y la comunidad médica, aunque Clinton ha logrado recuperarse en cada ocasión.
Compromiso político de Clinton y actividades recientes en Estados Unidos
A pesar de sus problemas de salud, Clinton ha mantenido un compromiso activo con la política. Recientemente, participó en la campaña de la candidata presidencial demócrata Kamala Harris, mostrando su apoyo a la causa. Además, lanzó un libro que detalla su vida después de la presidencia, lo que demuestra su deseo de seguir influyendo en la política estadounidense.
Clinton ha sido un orador habitual en las convenciones nacionales demócratas desde 1976, y su presencia en el evento de este agosto fue notable. En su discurso, expresó su gratitud y reflexionó sobre su futuro en la política, diciendo: “No tengo idea de cuántas más de estas podré asistir”.