La gesta libertadora de María Coraje Machado
Las movilizaciones en las vísperas del día señalado para la toma de posesión del mando en Venezuela no sólo tuvieron como escenario Caracas o ciudades del interior del país llanero. Se reprodujeron en diferentes capitales del mundo con la misma esperanza y fervor popular, impulsadas por el imbatible espíritu de María Corina Machado.
Ella ha iluminado como una antorcha el camino de la libertad para un país capturado por una horda criminal que no cesa de cometer abusos y de expoliar a un país enormemente rico del que han tenido que huir 10 millones de venezolanos, urgidos por el hambre y la falta de oportunidades.
María Coraje Machado ha protagonizado inmensas batallas, primero para postular a la presidencia y cuando se lo impidieron, para garantizar la campaña de Edmundo Gonzalez, quien obtuvo legítimamente el triunfo en las urnas, el 28 de julio pasado, que le fue esquilmado por el usurpador Nicolás Maduro.
El triunfo de la fórmula opositora fue fehacientemente demostrado a la comunidad internacional y a los propios venezolanos, por el equipo de campaña de María Corina, quien diseñó una estrategia que permitió verificar los resultados electorales y comprobar la derrota de Maduro.
En esta jornada que aun no concluye, la consigna es mostrar ante el mundo que en Venezuela existe un bravo pueblo, como la letra de su himno, que no deja de luchar contra el dictador y que se están escribiendo las últimas páginas de un régimen de oprobio.
“Estaré con ustedes hasta el final” ha prometido la mujer que ha logrado un triunfo moral inédito al mantenerse en su país, pese a todas las medidas contra ella y sus seguidores ordenadas por la represión y sus esbirros. Ha puesto el pecho ante francotiradores y ha salido incólume.
El régimen de Maduro se cae a pedazos. Cercado en el contexto internacional, desprestigiado y recurriendo a la matonería y a la prebenda para sobrevivir. Llegará el final y será pronto. Y allí estará María Corina, celebrando la libertad del bravo pueblo.