La nueva definición de obesidad, por Percy Mayta-Tristán
Esta semana un consenso de expertos representantes de 75 organizaciones médicas a nivel mundial publicó un reporte con la nueva definición de obesidad, la cual diferencia a la obesidad como factor de riesgo (obesidad preclínica) y la obesidad como enfermedad (obesidad clínica). Esto ayudará a una mejor focalización del tipo de manejo y abordaje a realizar.
El primer cambio está en la definición y forma de medición. Anteriormente la clasificación de obesidad estaba basada en un indicador el peso (en kg) sobre la talla (en metros) al cuadrado o también llamado índice de masa corporal (IMC) que debía ser mayor o igual a 30. La obesidad no es un exceso de peso, sino un exceso de adiposidad (grasa corporal), y por ello el IMC por sí solo genera una mala clasificación. Dado que personas con mayor masa muscular sin exceso de adiposidad eran clasificadas como obesas, o personas con exceso de adiposidad pero con baja masa muscular eran clasificadas como “normales”.
Clasificar en forma adecuada es importante para saber sobre quienes realizar intervenciones. Ahora se requiere la medición del perímetro de cintura (PC) como indicador más asequible para estimar el exceso de grasa corporal. Otras medidas basadas en PC son el índice cintura talla (ICT) y el índice cintura cadera (ICC).
Si una persona tiene un IMC mayor o igual de 30 y alguno de los tres indicadores de cintura positivos (PC, ICT o ICC) tiene exceso de adiposidad, o si tiene dos indicadores de cintura positivos.
Las opciones más precisas pero más costosas y no rutinarias para la medición de grasa corporal requieren el uso de equipos como el escáner DEXA y la bioimpedancia, o de personal entrenado (nutricionistas) para la medición antropométrica de pliegues corporales. En ese caso esa medida determina la presencia de exceso de adiposidad.
Con ello sabremos si somos obesos o no, pero para tomar decisiones de tratamiento, es necesario poder identificar si somos obesos preclínicos o clínicos. Es decir, si hay afectación de las actividades diarias o la presencia de signos y síntomas vinculados sería obesidad clínica, y si no están presentes, obesidad preclínica.
Las personas con obesidad preclínica tendrán intervenciones nutricionales y de actividad física, y quienes tienen obesidad clínica, serán consideradas con enfermedad y además son candidatas de intervenciones farmacológicas o quirúrgicas para el manejo de la obesidad.
¿Cómo nos afecta esto en nuestro día a día? Lo primero es que empezaremos a ponerle un mayor foco al perímetro de cintura como reflejo de nuestra grasa corporal que al peso. Que los recursos para intervenciones con medicamentos o cirugías se deben focalizar en aquellas personas con obesidad clínica, que es ahora considerada como enfermedad.
Así mismo, va a ir cambiando el enfoque de pérdida de peso por reducción del porcentaje de grasa corporal, dado que muchas dietas e intervenciones se centran en la pérdida de peso así esta genere una mayor reducción de masa muscular que grasa.
Recomendación básica, hay que medirse la cintura. Si esta es mayor de 88 si eres mujer o de 102 si eres hombre, es muy probable que tengas exceso de adiposidad y puedes tener obesidad preclínica o clínica.