Refugiados y snowboard en China: Los afganos que se deslizan hacia la esperanza
En la cima de un halfpipe en China, el 'snowboarder' Ahmad Habibzi, uno de los pocos deportistas afganos en los Juegos Asiáticos de Invierno, reza para obtener la protección de Dios antes de lanzarse por la pista nevada en forma de U.
La presencia de Habibzi, que también tiene la nacionalidad canadiense, donde creció, despierta curiosidad en la estación de esquí de Yabuli, en el noreste de China, donde actualmente se celebra esta competición continental.
Con 33 años es el más veterano del trío de 'snowboarders' afganos que se enfrentan a competidores de clase mundial procedentes de Corea del Sur, China y Japón.
Son los primeros representantes de Afganistán en los Juegos Asiáticos de Invierno desde 2011, cuando el país participó con un esquiador de fondo.
Ahmad Habibzi vive en Toronto, donde trabaja en la informática. Abandonó Kabul con su familia cuando tenía 4 años.
Sus compañeros, Ahmad Romal Hayat, de 30 años, y Nizaruddin Ali Zada, de 24 años, dejaron Afganistán recientemente, cuando los talibanes tomaron el control del país en 2021.
"Tengo un pasaporte canadiense, pero al final del día, soy afgano", declara Habibzi, quien soñaba con competir por su país natal desde que comenzó a hacer snowboard hace aproximadamente una década.
"Mis amigos, mi familia y mis seres queridos están muy felices por mí. Mi madre y mi padre lloraron", enfatiza.
- Sonrisas -
Afganistán participa en las grandes competiciones con la bandera negra, roja y verde de la antigua república, ya que el Comité Olímpico Internacional (COI) no reconoce la bandera negra y blanca del gobierno talibán en el poder.
El país nunca ha participado en los Juegos Olímpicos de Invierno y sólo cuenta con un medallista en los Juegos Olímpicos de Verano: Rohullah Nikpai, quien ganó el bronce en taekwondo en 2008 y 2012.
"No somos profesionales y estamos tratando de ganar experiencia con estas competiciones", declara Nizaruddin Ali Zada, quien dijo haber sentido una "sensación especial" al llevar la bandera durante la ceremonia de apertura.
"Es como si llevaras a todo Afganistán sobre tus hombros y quisieras mantenerlo muy alto".
Los tres afganos fueron los últimos en lanzarse el miércoles durante la calificación de halfpipe.
El centenar de espectadores presentes inicialmente acogió con algunas sonrisas la actuación de Ahmad Romal Hayat, quien permaneció prudentemente en los bordes sin intentar elevarse mucho en el aire.
Pero la diversión dio paso a los aplausos cuando mostró sus músculos y lanzó un gran grito al final de su recorrido.
"Sabemos que Afganistán enfrenta muchos problemas políticos, sociales y económicos", declara Ahmad Romal Hayat a la AFP. "Vinimos para decir que nosotros, los mensajeros de la paz, seguimos vivos".
- "Amables" y "graciosos" -
Saca entonces su teléfono y abraza a su compañero, antes de que ambos compartan un asiento en el telesilla. "Hola mamá, hola papá", dice Ahmad Habibzi saludando a la cámara. "¡Los quiero!".
Habibzi puede entrenar en Canadá y Estados Unidos y se considera privilegiado en comparación con sus compañeros, quienes crecieron en Afganistán.
Antes de 2021, cuando estaban en Afganistán, tenían dificultades para conseguir equipamiento y los snowboarders estaban limitados a unas pocas provincias consideradas lo suficientemente seguras para entrenar, según Najibullah Ayoubi, secretario general de la Federación Afgana de Snowboard, con sede en Alemania.
Lee Chae-un, campeón mundial surcoreano de halfpipe en 2023, calificó al equipo afgano como "amable" y "gracioso" después de conocerlos por primera vez.
"Disfruté enormemente al bajar la pista con ellos", declara a la AFP el joven Lee, de 18 años.
Habibzi dice que sólo reflexionará sobre su desempeño una vez que regrese a casa. "Todavía tengo la sensación de estar soñando", declara, vestido con una chaqueta adornada con la bandera afgana y los cinco anillos olímpicos sobre su corazón. "Es el mayor logro de mi vida".
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