Solo hay un médico por cada 550 pacientes de la PNP
Familiares de los suboficiales PNP Brayan Pérez Barzola, Edwin Huacasi Ochante y Luis Ludeña Viera, que resultaron gravemente heridos al enfrentarse a balazos con una banda de extorsionadores en Huaycán, reclamaron por la falta de medicamentos en el Hospital Central Luis Sáenz de la Policía Nacional, el 22 de febrero del presente año.
Este hecho dejó en evidencia las carencias del nuevo hospital Luis Sáenz, una moderna instalación de seis pisos y cinco bloques conectadas entre sí, que cuenta con ocho salas de cirugía bien equipadas y maquinarias de alta generación para dar una mejor atención a los policías y a sus familias. Sin embargo, falta lo fundamental.
No solo escasean los medicamentos, sino también los médicos.
La República recorrió durante varios días las instalaciones del nosocomio policial y comprobó la alta demanda de pacientes que hacían largas colas para ser atendidos, o con la esperanza de conseguir un cupo para su tratamiento. El escenario era caótico y desesperante.
Policías uniformados, mujeres, hombres y padres con sus hijos de diferentes edades corrían de un lugar a otro por todo el hospital para ser los primeros. Pero lo más triste y frustrante era cuando el personal administrativo les comunicaba que las citas estaban programadas de tres a cinco meses. Y lo peor es que no había medicamentos en stock.
“¡Para qué tenemos un moderno hospital si no hay médicos ni medicinas!”, exclamó indignado un policía en actividad que no quiso dar su nombre por temor a represalias de su comando.
De acuerdo con fuentes del mismo nosocomio, en la actualidad, el Sistema de Salud Policial tiene aseguradas a 435.275 personas de la familia policial. De ese total, el 51%; es decir, 219.562, son policías en actividad y en retiro, y un 49% corresponde a los derechos de atención que tienen la esposa, hijos y padres de los titulares.
Las cifras son divididas por sexo indican que el 57% (46.045) son varones y el 43%( no 189.230) son mujeres.
Incontenible crecimiento de pacientes
Otro hecho relevantes es que, mientras que aumenta el número de efectivos y de sus familiares asegurados, el personal médico manifiesta un descenso. Muchos se han retirado por haber cumplido tiempo de servicio en la institución, pero no se ha aplicado una política de renovación de cuadros en el sector salud de la Policía Nacional para cubrir las plazas.
“Hay incremento de asegurados, pero no hay captación de profesionales de la salud para poder mejorar la atención a la familia policial. Ese es el problema”, confirmó a este diario un médico del hospital Luis Sáenz.
Esta es una de las razones por las que surgen aglomeraciones en el hospital policial. Los galenos no se dan abasto.
En los últimos 10 años, la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional ejecutó dos procesos de asimilación de médicos y técnicos de la salud, logrando la incorporación de un promedio de 900 médicos y técnicos durante el periodo de 2019 y 2022. Pero no es suficiente. Y es fácil comprobarlo si se visita el interior del hospital por varios días.
Este diario recogió numerosos testimonios de pacientes, especialmente de policías en actividad y en retiro, que se sienten frustrados porque no reciben la atención oportuna o la espera es demasiado larga.
A la fecha, la Policía Nacional cuenta con 2.500 profesionales de la salud nombrados que están distribuidos en los hospitales y policlínicos de las 24 regiones del territorio peruano. De ese total, el 37% son enfermeros, el 20% corresponde al grupo de médicos especialistas y solo el 8 % son médicos generales.
Es decir, que para una población de más de 400.000 asegurados de la familia policial, solo hay 700 médicos generales en las especialidades de ginecología, urología, gastroenterologia, neumología, cardiología, traumatología, nefrología, oftalmología, psiquiatras y pediatría, entre otros. O sea, más de 550 pacientes por médico.
De acuerdo con las fuentes con conocimiento del tema, este año la Dirección de Salud de la PNP solicitó al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) un presupuesto de S/30 millones para la contratación de médicos y técnicos de la salud. Pero el MEF solo ha asignado cerca de S/2 millones.
Número insuficiente de médicos
“Se requiere un promedio de 2.500 médicos para solucionar el problema de la salud del personal policial”, indicaron las fuentes consultadas en el mismo hospital.
Según cuadros estadísticos que maneja el Fondo de Aseguramiento de Salud de la Policía Nacional (Saludpol), entre 2013 y 2025, el número de asegurados se ha incrementado. ¿La razón? Cada año egresan de las escuelas de formación policial alrededor de 7.500 policías, tanto oficiales como suboficiales en todo el país.
“Por cada policía, tres integrantes como mínimo ingresan al sistema de salud. Por ejemplo, si el policía está solo, sus padres tienen derecho a un seguro. Y si es casado, la esposa y los hijos obtienen el mismo derecho”, explicó un alto funcionario de Salud Policial (Saludpol).
Por otro lado, las fuentes informaron que cada año el MEF transfiere más de S/400 millones de soles a la Dirección de Economía y Finanzas de la Policía Nacional. Los fondos provienen del descuento del 6 % a los haberes a ada efectivo policial destinado para la adquisición de medicamentos.
Seguidamente, la Dirección de Economía de la PNP deposita cada mes un promedio de S/33 millones al Fondo de Aseguramiento de Salud de la Policía Nacional (Saludpol), para el financiamiento de medicamentos de la familia policial, cuya asignación debe ser transferida a la Sanidad de la Policía Nacional, encargada de las compras de las medicinas. Pero no le dan el presupuesto.
“Por eso es que no hay medicamentos ni insumos. Si no te dan el dinero, no compras, y quien tiene que dar la plata es Saludpol”, señalaron las fuentes.
Este periódico entrevistó al suboficial PNP Manuel Aguilar en el hospital policial. Tenía el brazo derecho enyesado, luego de sufrir un duro golpe durante un operativo. Pero estaba en el nosocomio por otro problema irresuelto.
Esperaba una carta de garantía para ser operado de la vista porque en Luis Sáenz no hay insumos para una intervención que requiere en el corto plazo.
“Tengo glaucoma y las citas son de 7 a 8 meses. Y la medicina que nos dan son genéricas y sus componentes vienen en tres frascos diferentes y por mi trabajo en una unidad operativa en la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), se me dificulta realizar mi tratamiento. Prefiero comprarlo particularmente que viene en un solo frasco, pero ese gasto el hospital no lo cubre”, relató Manuel Aguilar.
“Nos descuentan el 6% para compra de medicamento, pero cuando llegamos al hospital central, no hay lo que nos prescriben los médicos. Aquí el problema no es el dinero. El fondo de la cuestión es que la administración es deficiente. ¿Qué esperan para contratar a más médicos? ¿Por qué esperan que pasen al retiro los oficiales médicos? El alto comando y el ministerio deben asumir su responsabilidad”, dijo un efectivo policial que esperaba ser atendido en el hospital.
“Estamos en plena guerra contra el crimen. No nos pueden decir que no hay medicamentos”, expresó.
“Es toda una odisea lo que se vive en el hospital de la PNP”
El mayor PNP en retiro Luis Achahui Ocsa, de 54 años, dijo que desde hace 10 años vive lo que llamó un infierno. Achahui reside en Piura, pero se traslada a Lima porque en el policlínico policial norteño no hay reumatólogos ni medicamentos. Al llegar a la capital, las medicinas también son escasas o simplemente no están disponibles.
● “Tengo artrosis crónica.Desde que me detectaron la enfermedad, hemos tenido una serie de inconvenientes porque soy un paciente transferido de provincia y las citas son limitadas. A veces, tengo que madrugar y hacer largas colas para conseguir un cupo. Es toda una odisea lo que se vive en el hospital”, dijo.
● “Por ejemplo, el metotrexato es un medicamento que rara vez se encuentra en el hospital y es un complemento que va de la mano con el tratamiento que recibo”, expresó Luis Achahui, quien sirvió 29 años en la PNP.