Mató a golpes a su propia hija y la mandaron a cadena perpetua en Argentina: un falso pastor la ayudó a ocultar el cuerpo
La muerte de Zoe estremeció a la provincia de La Rioja, Argentina, en el año 2021. Sin embargo, más de 140 testigos tuvieron que declarar en las audiencias para que se haga justicia por este caso de maltrato infantil: su madre, Jimena Julieta Córdoba, fue condenada a cadena perpetua tras matar a golpes a su propia hija, causarle terribles lesiones e intentar ocultar el cuerpo.
La justicia de La Rioja estableció que Córdoba no actuó sola durante el asesinato de Zoe. Andrés Bustamante, un falso pastor evangélico, ayudó a ocultar el daño causado en la niña de cuatro años. Para ello, el hombre prestó su moto y la prendió en llamas con el fin de simular que la niña se había quemado con fuego.
¿Cómo fue el asesinato de Zoe en La Rioja, Argentina?
En la noche del 13 de noviembre de 2021, Jimena Julieta Córdoba agredió brutalmente a Zoe, su hija menor, en su domicilio de La Rioja. El ataque de la mujer, quien le causó fracturas en el cráneo, brazo, mandíbula y costillas, le hizo perder la consciencia a su hija.
Luego de agredirla, Córdoba y Andrés Bustamante incineraron el cuerpo de la niña en el patio de su casa. Al respecto, el informe forense expone que la niña seguía con vida al momento de ser quemada. Además, se detalló que murió por asfixia y las graves quemaduras, según informó TN.
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¿Qué pasó con el caso de Zoe en Argentina?
El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja dictó cadena perpetua para Córdoba y Bustamante tras considerarlos responsables del delito de homicidio agravado por alevosía, violencia de género y maltrato infantil. Las autoridades indicaron que los asesinos intentaron ocultar el crimen. Para ello, colocaron el cuerpo junto a una motocicleta y le prendieron fuego al vehículo, que era del acusado. De esta forma, podría simularse un accidente doméstico causado por la niña.
Ahora, ambos recibirán tratamiento psicológico y psiquiátrico de manera continua. Sin embargo, la partida de Zoe ha dejado una herida muy grande entre los familiares. "Alivio nos trajo (la sentencia). No tener que viajar más a La Rioja, levantarse con ese dolor, ir a escuchar todo lo que le hicieron, salir a tomar una gaseosa o un jugo y volver triste de nuevo para ver a mi familia triste. Eso terminó y me llenó con más fuerza para la lucha que tengo por delante contra los funcionarios que fueron responsables de este dolor", declaró Oscar Rodríguez, su abuelo, a Clarín.
De acuerdo con el testimonio de Oscar, los trabajadores de la Municipalidad de Chilecito permitieron que Córdoba, quien estaba alejada de Zoe, pueda volver a estar a con su hija. Esta decisión implicó separarla de su abuelo, pese al constante maltrato que alertaban ellos.
"Nosotros teníamos siete denuncias, les hacíamos ver a estos funcionarios lo que pasaba con Zoe. La última fue por miedo de que le pase algo y nunca nos escucharon. Hicieron un mal trabajo y ahora desaparecieron. Se esconden como ratones", señaló Rodríguez a Clarín.