Miguel Ángel Vallejo: “Contar lo que incomoda, pero sin victimismo”
A finales de 2024, el escritor Miguel Ángel Vallejo Sameshima presentó la novela Ángel de la guarda (Acuedi) y en lo que va del año ha publicado una obra de teatro, Eso de ser ainoko (Maquinaciones Narrativa), la cual viene exhibiéndose en El Galpón Espacio (Manuel Cipriano Dulanto 949, Pueblo Libre) hasta el 8 de junio. A la fecha, Miguel Ángel Vallejo tiene 22 libros publicados. Tranquilamente, puede ser el autor más prolífico de su generación.
¿Qué significa ainoko? Pues es el hijo de japonés(a) con peruano (a). Muy distinto de lo que podríamos llamar nikkei. “Ainoko no es una obra de teatro sobre cosas mías o cosas de mi familia, sino que intenta construir un nosotros, abordar cosas, experiencias, en este caso de migración, de encuentro, de desencuentro, que son comunes a mucha gente. Y eso es algo que sí creo que me ha tomado mucho tiempo, no sé si entenderlo, pero por lo menos plasmarlo en palabras. Siempre digo que uno escribe porque no sabe. Entonces, a partir de esa ignorancia uno empieza a jugar, a contar historias y las historias me van diciendo un poco por dónde va el desarrollo, qué forma deben tener, entonces sí siento que hay algunas cosas que no hubiera podido hacer hace 10 años, pero espero poder hacer cosas en 10 años que no puedo ver ahora”, declara para La República Miguel Ángel Vallejo.
Ainoko suscita varias lecturas. Una de ellas tiene que ver con el mestizaje y en el discurso Vallejo teje lazos con dos figuras políticas conocidas: Alberto Fujimori y Pedro Castillo. “En los años 90, a mi tío Carlos Noboru Sameshima lo confundían con Fujimori en la calle. Cuando gana las elecciones Pedro Castillo, tengo cinco minutos de mucha emoción viendo esa celebración, porque pienso ¿cuánto se parece Pedro Castillo físicamente a mi tío Raúl Vallejo? Ahí llega la revelación, tengo que ampliar esta cosa. Yo creo que lo personal es político, a veces despersonalizamos eso. Los políticos no nacen en otro planeta y vienen en un ovni, son gente como uno hasta que dejan de ser gente como uno, porque tienen poder”.
El NARRADOR de Ainoko cuenta su historia familiar y personal. Es la vida del propio Miguel Ángel Vallejo. “He escrito sobre mi familia, pero esta es la primera vez que escribo sobre lo nikkei. El poeta Juan de la Fuente Umetsu dijo algo que me gusta mucho: ser nikkei es una decisión. Con Augusto Higa hay un antes y un después de representar narrativamente lo nikkei y lo hizo a partir de La iluminación de Katzuo Nakamatsu. A Higa le tomó décadas construir ese universo y a mí me tomó décadas entender desde dónde podría abordarlo y ha sido con Ainoko.
Ainoko es una obra sobre la identidad, pero no es un recuento victimista. Miguel Vallejo está en otra onda: “El escritor debe contar lo que le incomoda, pero sin victimismo ni autocomplacencia, eso es lo que hacemos en la obra de teatro. No sé si siga explorando en lo ainoko, seguramente más adelante, porque siempre estoy escribiendo, no sé vivir sin escribir”.
Tengamos en el radar a este escritor.