Quién es el hombre que renunció a su trabajo para predicar en África y hoy es acusado de matar a Melissa Hortman
Vance Luther Boelter, de 57 años, fue arrestado tras una intensa búsqueda policial luego de ser señalado como el autor del asesinato de la representante estatal de Minnesota, Melissa Hortman, y su esposo. También se le acusa de herir al senador John Hoffman y a su esposa en un ataque que ha sido calificado como un acto de violencia política.
Aunque las motivaciones exactas aún se investigan, el perfil de Boelter ha generado atención por su mezcla de trayectoria conservadora, discursos religiosos y experiencia en seguridad privada. Las autoridades encontraron un manifiesto con nombres de políticos, defensores del aborto y funcionarios de salud.
Vance Luther Boelter: un conservador religioso con pasado político
Boelter era conocido por su fe evangélica y su postura conservadora frente a temas como el aborto y los derechos LGTBIQ+. Aunque en Minnesota no se declara afiliación partidaria, en 2004 se había registrado como votante republicano en Oklahoma. Amigos y colegas lo describieron como un hombre con ideas firmes, seguidor de Donald Trump, pero no abiertamente fanático.
Durante un viaje reciente a África, ofreció sermones como pastor y cuestionó lo que llamó la “decadencia moral” de Estados Unidos. En 1993 fue ordenado ministro y, junto a su esposa, fundó la organización Ministerios de Revoformación. Su misión declarada era llevar el evangelio a zonas de conflicto.
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De empresario de seguridad a sospechoso armado en EE.UU.
En 2018, Boelter fundó la empresa Praetorian Guard Security Services, dedicada a patrullas privadas. Su sitio web mostraba camionetas similares a las de la policía y ofrecía servicios en zonas de riesgo. Trabajó como contratista en Medio Oriente, África y Europa del Este, en funciones de protección y apoyo táctico en zonas de alto riesgo.
Además de su labor como predicador y empresario, tuvo empleos en funerarias y fue gerente de tiendas como 7-Eleven. Según su entorno más cercano, atravesaba dificultades económicas y emocionales en los últimos meses. Poco antes del ataque, envió mensajes de despedida a conocidos, anticipando un desenlace violento.