Una reciente operación de control en el lugar de trabajo, liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Glenn Valley Foods, Omaha, sacó a la luz un caso de robo de identidad a gran escala. Ciudadanos de Estados Unidos resultaron afectados ya que su información personal fue usada para conseguir empleo de forma ilegal.
La investigación multiagencial, dirigida por ICE, identificó a casi 70 personas indocumentadas que utilizaban números de Seguro Social e identidades robadas. Este acto les permitió obtener salarios, beneficios de salud y autorización de empleo de manera fraudulenta.
Perjudicados por el robo de identidad por parte de los inmigrantes en Estados Unidos
El robo de identidad perpetrado por inmigrantes indocumentados en esta operación tuvo un impacto devastador en la vida de muchos ciudadanos de Estados Unidos. Los ejemplos:
Un proveedor de atención médica en Pensilvania denegó prescripciones vitales a una víctima, dado que su identidad se usó de forma fraudulenta para obtener beneficios de salud mediante un empleo ilegal.
Una víctima discapacitada en Texas, imposibilitada para trabajar, tuvo problemas para recibir sus pagos de discapacidad del Seguro Social. Esto ocurrió porque una persona indocumentada usó su identidad de manera fraudulenta para obtener salarios.
El Servicio de Impuestos Internos (IRS) pidió a una víctima en Colorado devolver más de 5,000 dólares, dado que sus ingresos aumentaron de forma falsa por el uso indebido de su identidad para un empleo.
Una estudiante de enfermería a tiempo completo en Misuri perdió su ayuda económica para la universidad, pues se informó de forma fraudulenta que obtenía ingresos excesivos. Además, no logró renovar su licencia de conducir, hasta que el HSI contactó al Departamento de Vehículos Motorizados por ella, dado que la persona que robó su identidad tenía múltiples infracciones de tráfico sin pagar.
Una víctima en California lleva casi 15 años esforzándose por recuperar su identidad y remediar el daño financiero causado por el robo de su información.
Mark Zito, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Kansas City, la división que abarca Omaha, condenó enérgicamente las acciones descubiertas durante la investigación. Zito refutó que los individuos arrestados fueran "buenos, trabajadores y honestos".
En su lugar, afirmó que "estos supuestos trabajadores honestos causaron una cantidad incalculable de dificultades financieras y emocionales a ciudadanos inocentes". Además, Zito enfatizó que "si fingir ser alguien que no eres para robar sus vidas no es deshonestidad criminal descarada, no sé qué lo es".
Finalizó su intervención señalando que "los criminales que robaron estas identidades no solo incumplieron la ley, sino que trastocaron vidas. Estas víctimas no son estadísticas sin rostro; son personas reales a quienes se les niega atención médica y perdieron oportunidades educativas". La investigación continúa en desarrollo.
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