Hacer una escapada de dos días a una ciudad europea cercana a Madrid es una forma perfecta de desconectar y recargar energías. Destinos como Lisboa, Praga o Dublín, a menos de tres horas de vuelo, ofrecen una rica mezcla de historia, cultura y gastronomía. En solo un fin de semana, es posible perderse en calles llenas de encanto, probar platos típicos y visitar monumentos icónicos. Con vuelos frecuentes y precios asequibles, estas escapadas son ideales para quienes buscan una experiencia intensa y memorable en poco tiempo. La cercanía lo convierte en un plan fácil, emocionante y accesible.