La discriminación al entrenador mexicano
Previo al juego del próximo sábado entre León y Santos Laguna, en el cual se enfrentarán el lugar tres contra el cinco de la tabla general, es necesario detenernos a reflexionar lo que sucede con Ignacio Ambriz y Salvador Reyes.
Ambos entrenadores han sufrido en carne propia la discriminación por parte de aficionados y medios de comunicación de cobertura nacional por ser moreno, ojos cafés y no ser gritones.
Ambriz y Reyes han sufrido el doble de presión y críticas en comparación a entrenadores extranjeros que han tenido mejores planteles, mayores recursos económicos y proyección mediática.
“Nacho” Ambriz sufrió en pleno la discriminación cuando dirigió al América, de conserje no lo bajaban, y eso que ganó lo mismo que Gustavo Matosas en su paso por Coapa.
Reyes ha encontrado en Santos Laguna las mejores condiciones para desarrollar su carrera de entrenador, excepto por el tema del respaldo del aficionado. Con mejores números (puntos) que Diego Cocca, Pako Ayestarán y Luis Zubeldía, “Chava” es objeto de señalamientos que tienen que ver más con su aspecto físico que por el trabajo que ha mostrado con un plantel en reconstrucción.
Ambriz y Reyes están peleando palmo a palmo por los primeros lugares del actual torneo con técnicos extranjeros: Diego Alonso, Ricardo Ferretti y José Cardozo. En los casos de los equipos regiomontanos, la ventaja de planteles es evidente, el asunto en más parejo en relación al Rebaño.
Para colmo de males, la prensa nacional no reconoce el trabajo que “Nacho” y “Chava” han realizado en estas ocho jornadas de la Liga Mx. No hablan de ellos, no los entrevistan, no analizan las decisiones que han tomado en León y Santos Laguna para estar metidos en la parte alta de la clasificación.
Mejor dedican tiempo a una visceral rueda de prensa de Pedro Caixinha o al momento en que despiden a Hernán Cristante o a pronosticar quien será el próximo entrenador despedido.
Una situación similar sufrió Roberto Hernández en Morelia. Siendo director deportivo de Monarcas, tuvo que tomar la dirección técnica porque cinco entrenadores se negaron a dirigir al cuadro michoacano porque su situación en la tabla de cocientes estaba comprometida en el torneo clausura 2017.
Dejemos a un lado la personalidad y reconozcamos el trabajo de los entrenadores mexicanos.