La Laguna desde fuera
He tenido la maravillosa oportunidad de recibir a mis seres queridos, amigos, familiares y colegas en mi amada y polvorienta Comarca Lagunera.
Me gustan las visitas de fuera porque suelen ver con otros ojos y narran una ciudad diferente a la que puedo percibir. A veces, hasta me siento un poco ofendida al escuchar sus agudas críticas. Me sale ese espíritu lagunero aguerrido cada vez que dicen algo negativo de mi región y debo confesar que me siento mal cuando compruebo que su visión se acerca a una verdad que quisiera fuera diferente.
Hace unos días un amigo entrañable me dijo “Me tengo que ir. De esa ciudad salí hace 10 años y siguen en las mismas.
Me voy con un profundo dolor porque la gente no pelea por su ciudad. Son cangrejos. Torreón es el ejemplo del mexicano que ya no queremos.
El mexicano pasivo, que sólo piensa en él, ese mexicano individualista, egoísta, que no ve por los demás, que va 100 kilómetros por hora en una avenida donde tienes que ir a 60 kilómetros sin importar que vayan señoras del aseo caminando, gente en bicicleta, gente en motocicleta.
Gente que mide su nivel intelectual, según la rodada de su camioneta. Fatal. A ver si en otros 10 años y pueda ver transformado a ese Torreón al que antes se le llamaba el Torreón de los grandes esfuerzos, la Comarca Lagunera.
Donde la gente se mataba por su gente, donde la gente gastaba en su gente, donde la gente le gustaba ver crecer a los demás. Ya no existe. Se apagó. Sólo existe el lagunero que tiene como respuesta para todo un ‘no, aquí no se puede’, ‘aquí somos así’...Me podrías decir cobarde porque huí, muy probablemente.”
Soy aficionada a conocer lugares diferentes y otras maneras de vivir. Lo he tenido que hacer por motivos laborales la mayor parte del tiempo. Pero por uno u otro motivo me quedo acá. Mis cariños están en La Laguna. Por eso siento esa necesidad de empujar cambios.
Quizá la descripción de mi amigo sea atinada, en más de una ocasión he vivido lo que describe.
Sin embargo, añadiría a las personas que persisten y han decidido compartir sus conocimientos, impulsar espacios de discusión colectiva, ofrecer talleres, charlas, abanderar una causa, ser críticos y proactivos a la vez.
Los que hacen de forma excepcional su trabajo y dan un extra para que la cosa mejore. Los que avanzan sin destruir. Gracias a los que insisten, resisten, aportan, impulsan y acompañan a otros.
De esos laguneros requerimos más y necesitamos que se queden.
@nonobarreiro