Debilidad con canallas
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil se enteró de la noticia: “La economía mexicana pierde fuerza y tiende a estancarse”. Gamés lo leyó en su periódico El Financiero. Gabriel Lozano, analista de JP Morgan, destaca que los resultados de diciembre no son alentadores y las perspectivas para los primeros meses del año no cambiarán mucho. “Los datos de enero mostrarán el estancamiento por los bloqueos de la CNTE, las huelgas en las maquilas de Tamaulipas y el desabasto de gasolina”, dijo Janneth Quiroz de Monex.
Gil caminó sobre la duela de cedro blanco con el resuello en todo lo alto. No vayamos a empezar con la volatilidad y la desaceleración y que a Chuchita la bolsearon los conservadores. Gamés puso chango y papa, histórico amuleto para evitar la desgracia, en una mano los dedos cruzados, en otra el puño cerrado. Que por favor Valeria Moy nos explique en páginas cercanas de su periódico MILENIO. Enrique Quintana ya lo ha hecho y terminaba con estas frases: “el último año del gobierno de Peña ya fue mediocre en la atracción de inversión directa foránea. Pero si no se hace el esfuerzo necesario, el primer año del gobierno de AMLO podría ser peor”.
Gamés se llevó los dedos índice y pulgar a las sienes, una pinza dolorosa, y meditó: cuando el rumbo no es el correcto, la llegada no puede ser sino forzosa. Gil trae en salsa al ex presidente Peña. Abandonó toda la propuesta de su sexenio por salvar el pellejo. El burro no anda en miedo. Tiró la toalla y las reformas que ya empiezan a caer una a una y le hizo la chamba a Liópez Obrador. En fon y en fan. Cuando alguien pacta algo ese arreglo no incluye el futuro, el azar, la necesidad y etcétera. Y el Presidente es un mago para cambiar de pactos y de opinión. En fon y en fan.
De nuevo ellos
Gilga repite: impugnar es fácil; gobernar, difícil. 600 integrantes de la CNTE, Gilga les llama asaltantes, le exigen al Presidente que cumpla sus promesas de campaña y no haya más simulaciones. Gamés ya lo dijo: Los aliados de hoy serán los adversarios de mañana, no falla. Pequeño dolor de cabeza para el Presidente. Casas de campaña, mantas de protestas, puestos ambulantes instalados en la calle Emiliano Zapata, entre Eduardo Molina y Congreso de la Unión, y ocasionando un gran desastre urbano.
El líder de la sección 22 hizo un llamado al gobierno federal para responder de inmediato a una solicitud con el fin de establecer una mesa de negociación con diputados y el secretario de Educación. Las demandas de la Coordinadora: abrogación de la reforma educativa, reinstalación de los cesados, justicia por el caso de Nochixtlán, aparición de los 43 de Ayotzinapa con vida, y el cese de la intervención estadunidense en Venezuela. Oiga, señor Ebrard, no nos movemos de aquí hasta que cese la intervención imperialista en Venezuela.
No se lo tomen a mal a Gilga, pero cayó de rodillas sobre la duela de cedro blanco en un ataque de risa y rosa. Sinvergüenzas, dice Gil, y los medios y las medias deberían ponerlo cada día en papel y pantallas: ladrones, asaltantes, no son bienvenidos en Ciudad de México. Y las autoridades deberían actuar en consecuencia; es decir, expulsar de nuestras calles a estos canallas.
Promoción y turismo
Un anuncio recorre la redes, una publicidad pagada por el gobierno de la República en el cual se promueve el turismo. Ahora el gobierno gasta el dinero del erario anunciando al Presidente y diciendo de paso que un nuevo modelo turístico nos espera. Debería darles vergüenza: “Una transformación de la vida pública, la renovación se dio mediante un proceso democrático de amplio respaldo ciudadano generando altas expectativas, y manifestando la clara necesidad de la sociedad de un cambio de paradigma, nuestra sociedad exigió una renovación moral que observar, valores éticos que practicar y conductas cívicas que (…) zzzzzzzz”. ¿Y el turismo? Bien, gracias, lo que vamos a promover es la imagen del Presidente. Señor Torruco, secretario de Turismo: quedó usted como el empleado del año. Felicidades.
Todo es muy raro, caracho, como diría Cristina II reina de Suecia: “La ambición suele hacer traidores”.
Gil s’en va
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