Educar a Guillermo Almada
Orlegi tiene una primera tarea fundamental: Formar y educar al entrenador recién contratado.
Suena ilógica esta afirmación pero no lo es. Estando en la Ciudad de México, entrevistado antes del partido contra América, Almada dijo que tal juego lo iban a “jugar como si fuera una final”.
Aquí nace la idea de, primero, tener que educar al recién llegado.
Esa frasecita es propia de un ignorante o de quien pretende conquistar territorios que jamás ha pisado. Muestra total desubicación.
Cree que la afición lagunera se la va a tragar y que la prensa local se va a maravillar por su declaración; sabias palabras.
Almada necesita un curso intensivo de inducción (impartido por gente capaz) incluyendo a su hermano y colaboradores, para que se ubiquen. Almada debe saber bien qué club lo ha contratado, a qué país ha llegado, en qué tipo de futbol se va a meter, qué líos podrá encontrarse, con qué afición campeona se va a topar y qué tipo de prensa, noble pero que sabe discernir, lo va a tratar.
Esa declaración de “jugar como una final” aparte de ser arcaica y obsoleta, demuestra que Almada considera que ha llegado a conquistar espacios como si fueran nuevos mundos incivilizados.
No tiene la más mínima idea de lo que dijo. Si a eso le añadimos que contra América, metió de cambio a Diego de quien había dicho que no es contención, sacando a un contención, pues entonces ya no entendimos todos.
Por favor, primero, formen y eduquen a Almada, antes de que le suelten la responsabilidad de rehacer al equipo.
Con su frase genial ya citada, exhibe su escasa capacidad intelectual, y de aquí brota falta de conocimientos adecuados para diseñar y ejecutar la supuesta reingeniería del equipo.
No sé qué sea más complicado, si educar y formar a Almada, o reestructurar al actual equipo. Orlegi tiene ardua tarea.