La mayor gloria: la libertad
Cuando Nietzsche proponía “hacer de la propia vida una obra de arte”, no se refería a la belleza estética, sino a la belleza ética.
Hay formas de vivir que son éticamente bellas y también existen formas de morir que lo son.
El próximo jueves dos de mayo, el Programa Universitario de Bioética de la UNAM presentará en el Centro Cultural Universitario la película de Denys Arcand Las invasiones bárbaras: el relato de un proceso hacia la muerte en el cual la solidaridad, el buen humor y la amistad se colocan por encima de la tragedia y del dolor, para acompañar a un individuo hacia una muerte bella.
No podemos decir que se trate de un filme sobre la eutanasia, tampoco se puede decir que se trate de un suicidio médicamente asistido, ya que en la película no hay médico que se ofrezca para atender al paciente respecto a su muerte.
Si tuviéramos que darle un nombre a este tipo de proceso, diría que se trata de un tipo peculiar de eutanasia o suicidio asistido.
Nadie tiene que aceptar la eutanasia si no está de acuerdo, pero nadie tiene por qué negársela a quienes la piden y cumplen con los requisitos necesarios: vivir esperando la muerte en un proceso de agonía irremediable en donde el dolor o el sufrimiento son inevitables.
La eutanasia fue aceptada y hasta alabada en otros tiempos.
Séneca pensaba que “es preferible quitarse la vida, a vivir una vida sin sentido y con sufrimiento".
Por ello, ante la tortura y la violencia que le esperaba en manos del tirano, optó por morir rodeado de sus más cercanos amigos y familiares cortándose las venas y tomando cicuta.
Paulina, su mujer, decidió seguir su ejemplo para evitar los mismos males, y Séneca le dijo: “Yo te había sugerido la resignación ante la vida; tú prefieres el honor de morir: no me opondré a tal ejemplo. Sea igual entre nosotros la constancia en un fin tan generoso, y en él, tú consigues la mayor gloria”.
“La mayor gloria”: elegir libremente cómo y cuándo morir.
¿Cuál es el problema para conceder esta libertad básica en nuestro país?
Legislar la eutanasia continúa siendo un tema pendiente en México: ¿hasta cuándo contaremos con el valor y la decencia de un gobierno que le entre al tema?