Contaminación que desnuda
Me parece casi inconcebible que tenga que ser la autoridad civil, en este caso el gobierno de la Ciudad de México, la que salga a anunciar que un partido se tiene que posponer por una emergencia ambiental.
Y no es que una medida de ese tipo no esté en el campo de las responsabilidades de un gobierno como el que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum, sino porque tendría que ser la misma Liga Mx la que debería de haberse anticipado y mandar un mensaje firme de que está al pendiente de la salud de sus agremiados.
Tan no lo ha estado que el América, el único equipo capitalino que sobrevive en semifinales, decidió entrenar este martes en sus instalaciones de Villa Coapa, bajo condiciones terribles de contaminación, quizá hasta más complejas de las que se hubieran vivido este miércoles en la noche.
Un equipo con los recursos que tiene el América bien se pudo haber trasladado a Cuernavaca, por mencionar un sitio cercano, para completar su preparación si alguien de la Liga Mx les hubiera dado esa indicación.
No creo que a ningún directivo o médico del América o de la Liga o de la propia Federación Mexicana de Futbol le esté haciendo falta información como para tomar de forma unilateral decisiones respecto a esta compleja situación ambiental.
Ojalá este capítulo no pase de noche y sea revisado con la suficiente dosis de autocrítica. La salud de los futbolistas debe prevalecer como criterio principalísimo, por encima de las programaciones de los canales de televisión y otros legítimos intereses de quienes conforman este negocio.
Creo que todavía están a tiempo clubes, Liga y FMF para retomar un protagonismo en el que demuestren que a partir de ciertos puntos en los índices que miden la contaminación ambiental, se activarían de forma automática una serie de protocolos.
Esto marcaría un avance real en puntos que pondrían a la competición en otro nivel.