Complicado panorama económico
La desaceleración económica, la reducción de las utilidades para los trabajadores, la inflación, la parálisis de inversiones nacionales y extranjeras, el aumento del empleo informal, la baja creación de empleos y el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de colocar aranceles de cinco por ciento para los productos mexicanos, se traduce en un complicado panorama económico para Puebla.
Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones de productos manufacturados en territorio poblano. Si el presidente norteamericano cumple con su amenaza, los productores poblanos se verían afectados de forma directa.
Las exportaciones de Puebla en el rubro de la manufactura supera los nueve mil millones de dólares, es decir, 180 mil millones de pesos (a un tipo de cambio de 20 pesos por dólar) al año y se concentran en tres áreas: automóviles, autopartes y vehículos para trasportar mercancías.
Según datos de la organización civil México ¿Cómo vamos?, más de 87 por ciento de las exportaciones poblanas se concentran en automotores y autopartes, productos que se traducen en más de 8 mil 200 millones de dólares.
El problema económico se agrava con la inseguridad que sigue creciendo en todos los sectores de la entidad, y con una sociedad que muestra síntomas de que está cansada de la falta de acciones estratégicas para revertir el problema.
La inseguridad y la incertidumbre política que se vive ya impactó en la realidad poblana y una muestra es el estancamiento de la productividad y la falta de proyectos de inversión que permitan reactivar la economía local.
Un punto a favor de Puebla se relaciona con que el próximo 2 de junio, los lectores acudirán a las urnas para nombrar al próximo gobernador y, sin importar quien gane, se espera que comience a concluir la incertidumbre política que se vivió en el último año y medio.
El gobernador que resulte electo comenzará su gestión con un complicado panorama económico y, al mismo tiempo, con una difícil realidad en materia de seguridad. Los poblanos esperan que la transición de gobierno se realice en un clima de calma y cuidado que la delincuencia no siga desbordándose.
Ante el panorama, el próximo gobierno deberá comenzar de inmediato a poner en marcha acciones para que en Puebla impere un clima de seguridad, a implementar el esquema de control de daños y a reactivar la economía. La entidad, lo merece.
jaime.zambrano@milenio.com