Así se vivió el homenaje a José José en Clavería
para conquistar a todo un continente y donde se dieron cita alrededor de seis mil personas para rendir un tributo a El Príncipe de la Canción.
A primera hora del día cientos de , justo al pie de la estatua con la que el escultor Rogelio Fernández inmortalizó a José José.
José José llegaría al Parque de la China, por lo que no importó la espera, sabían que después de Bellas Artes y la Basílica de Guadalupe tendrían la oportunidad de decir adiós, y mientras las horas pasaban, temas como “El triste”, “40 y 20” o “La nave del olvido” se escucharon sin parar.
Seguidores de José José para traer los restos del cantante a su país, "aunque sea en cenizas", dijo Miriam Monroy, una fan.
Momentos antes de que el cortejo fúnebre arribara a Clavería un desfile de coronas marcó un punto emotivo, las porras para El Príncipe de la Canción se hicieron presentes y entonces se escuchó la frase “fuera Sarita, fuera Sarita”, en repetidas ocasiones.
Entonces, un pequeño cartel con la frase apareció en la rejilla que enmarca la estatua de José José. Pero nada opacó el momento musical y el mariachi que apareció para seguir la fiesta.
Y así llegó el momento esperado, después de varias canciones y decenas de porras el cortejo fúnebre llegó a Clavería; José Joel y Marysol Sosa, hijos del cantante, descendieron del vehículo acompañados de su madre, la actriz Anel Noreña.
, todos somos familia, gracias por tanto y tanto amor. Mi papá está gozando en el cielo”, en el que también interpretó el tema “Lo pasado, pasado”, en honor a su padre.
, suficientes para complacer a sus seguidores, que a pesar de que los restos de su ídolo abandonaron el lugar con destino al Panteón Francés, continuaron la fiesta y la música.
Una vez concluida la visita oficial del cortejo, Cuauhtémoc Sánchez, compadre de José José, comentó al público y los medios de comunicación que
A pesar de que el acto oficial concluyó cerca de las cinco de la tarde, cientos de fans siguen presentes en el Parque de la China para extender el homenaje a El Príncipe de la Canción a ritmo de karaokes improvisados y muy buen ánimo.
, dice Mario, uno de los asistentes a Clavería que, junto con un grupo de más de veinte personas descendieron de un camión para seguir la fiesta, “hasta el que el cuerpo aguante”.
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